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Autoridad en el aula

Escrito por María

Un día, una compañera, gran profesional de la docencia, nos dio un curso sobre resolución de conflictos en el aula, donde uno de los  apartados trataba sobre la autoridad en el aula.
A mi, me gustó mucho el curso y me pareció muy útil, sobre todo porque se trató de forma sencilla y directa.

aula
La autoridad, pensada como forma de respeto, no como acercamiento al autoritarismo. La autoridad como un aprendizaje vital aplicado en el aula. La autoridad de la mano de la autoevaluación (algo que debe ser vital para que la labor del profesor sea íntegra). La  autoridad moral conferida al profesor como persona que ayuda a los alumnos a aprender a razonar, a mejorar sus capacidades y a  analizar lo que les rodea.
…y ahora resulta que el profesorado somos “personal de autoridad” por ley. ¿Antes no lo éramos?…en mi clase no ha cambiado nada desde que la ley ha salido en las noticias.

Es cierto, que huyendo de sistemas educativos (y sociales) autoritarios donde un líder o un profesor (en el caso del contexto escolar), acumula en su persona casi toda la capacidad de decisión y no acerca posturas democráticas a su labor profesional, la imagen  del profesor o profesora ha perdido fuerza y consideración. Cambios sociales y continuos cambios políticos con la consiguiente reforma educativa, con el único fin de ponerse alguna medalla que otra, tampoco han ayudado mucho a q que la figura del profesor fuera  valorada y respetada. Ahora, por lo visto, la cosa va a cambiar…bueno, por lo menos se habla de ello en las noticias.
No es que me venga mal una ley así, pero creo que el respeto mutuo, entre docentes y alumnos, y entre docentes y padres, es lo mejor que nos puede pasar para la sociedad evolucione y los niños se críen cívicos y con sentido común.
Los niños que respetan a sus profesores y compañeros en el colegio son los niños que también respetan a sus padres y familiares en  casa. Nunca falla.

 

 


María Laguía. ¿Qué quién soy?...pues soy María, mujer, madre, maestra y un sinfín de cosas más. Ante todo, persona, como cualquier otra con ideas, opiniones, gustos y disgustos. Mamá de dos peques preciosos: Gael de 3 años y Elisa de 11 meses. ¿Atareada? Mucho. Pero con ganas de hacer muchas cosas…uf!

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  1. Marta

    22 octubre

    Tienes toda la razón. Cuando estaba dando clase, tanto en los primeros cursos de primaria, como en el tercer ciclo, no pedía que me llamaran «profesora» o «doña» (como exigían en uno de los coles…) sino por mi nombre o profe, porque les daba camino para el respeto, entendido sin autoridad. Es sólo un ejemplo.
    Creo que sin ese respeto, no puede funcionar bien nada, ni enseñanza ni vida cotidiana. Es clave para el día a día. 😉

    • Maria

      28 octubre

      Totalmente de acuerdo. Por un lado, no esta de mas que niños y adolescentes conozcan el trato de usted (sobre todo, de cara a personas ancianas, bajo mi punto de vista) pero esta claro que no hace falta un usted para demostrar respeto.

  2. dombilombi

    23 octubre

    Esta claro que los niños necesitan autoridad, entendida como acompañamiento, solucion de dudas, creación de espíritu crítico, pero sobre todo como ayuda en su etapa de arendizaje de la vida. Ellos aún se rigen por sus caprichos, el «lo quiero aquí y ahora», no tienen capacidad de decisión porque su perspectiva aún es muy limitada. Y dentro de es inseguridad necesitan alguien que les diga qué tienen que hacer. Y allí entramos los padres y profesores. Realmente tenemos una gran responsabilidad, pero está claro que la autoridad es necesaria. Lo más difícil es unirla con el respeto mutuo a partes iguales, y como padres ir adaptándonos a esas cabecitas pensantes que van creciendo y opinando y negociando cada vez más.

    • Maria

      28 octubre

      Cierto, esas cabecitas pensantes que cada minuto evolucionan y nos lanzan nuevos retos (de los que, a veces, es tan dificil salir…). En el aula, como en casa, el respeto mutuo tambien pasa por responder «no lo se, pero lo podemos investigar juntos». Gracias por tu aportacion.

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