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“¡Mamá, me pica la cabeza!”

“¡Mamá, me pica la cabeza!”

Escrito por María

Es una frase muy común entre niños que están en la etapa de primaria. Entonces, las mamás y los papás, se echan las manos a la cabeza (nunca mejor dicho) y les entra el pánico… ¡no!…corriendo a la farmacia de guardia a comprar un producto muy caro pero que dicen que es infalible… Seguro que os suena de algo.

Un piojillo

Un piojillo

En clase se ve de todo y se puede comprobar a diario como la pediculosis está en todas las cabezas, no importa si rubias, morenas, lisas, rizadas, limpias o menos limpias… Los piojos no saltan pero sí que están muy atentos para pasar de pelo a pelo al menor contacto. Y, sin duda alguna, entre niños (sobre todo los más pequeños), contacto hay constantemente: en clase, sentados en la asamblea, en la fila, en cualquier momento de juego, al cambiar cromos o al mirar algún bichito en el suelo que les parece venido de otro planeta. Sin mencionar la cantidad de veces que comparten gomas, diademas, gorros, batas, chaquetas y demás enseres que pasen por las cabezas.

Los piojos están con nosotros durante todo el año. Particularmente, estoy convencida de que “los echan”, no sé de qué manera, pero algo así tiene que ser para que haya tantos, siempre.

Las profes solemos ir teñidas o con productos varios en el pelo y así los ahuyentamos un poco pero todas hemos cogido alguna que otra “piojera” en nuestro puesto de trabajo. Confieso que, como método evasivo, alguna que otra vez he estirado el cuello todo lo que he podido cuando ha venido a corregir a mi mesa algún niño/a con evidentes indicios y he corregido desde lejos o verbalmente….

Es común que las mamás y los papás mandemos a los niños al cole con productos repelentes de estos bichos (a mí, de momento, me han funcionado) y cada vez es más común usar aceites del árbol de té o simple vinagre, porque, según me dijeron hace poco, estos inquilinos se han hecho fuertes y ya ni se enteran cuando les metemos un producto químico de esos que cuestan “perras”, así que la vuelta al vinagre y la infalible “lendrera”  parece la solución final. Todo ello aderezado con una buena dosis de paciencia, bendita paciencia.

Candela y los Supremos cantan a los piojos:


María Laguía. ¿Qué quién soy?...pues soy María, mujer, madre, maestra y un sinfín de cosas más. Ante todo, persona, como cualquier otra con ideas, opiniones, gustos y disgustos. Mamá de dos peques preciosos: Gael de 3 años y Elisa de 11 meses. ¿Atareada? Mucho. Pero con ganas de hacer muchas cosas…uf!

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  1. Marta

    23 enero

    Uf, de momento mis hijas han pasado una etapa en la guardería en la que a ellas no se les pegaron los bichitos- Cruzo dedos.

    • Maria

      23 enero

      cruza los dedos, aunque todo llega, es normalg y super comun. Suerte!

  2. Suni

    28 enero

    Mi hija hasta ahora se ha librado, pero supongo que alguna vez nos tocará. Cuando yo era pequeña tuve una vez, pero en el cole había alerta casi todos los años. Aún me acuerdo de las horas con mi madre y la liendrera, que suplicio!!! y esos champús que olían tan mal

  3. María

    13 junio

    Jajaja, yo los he sufrido en varias ocasiones, es más, compro un Kit de piojetes a la vez que el material escolar, es que mi niña tiene mucho pelo y no hay manera de convencerla de que no se junte la cabeza con otros nenes, pero… paciencia, sobre todo para quitarlos.

    • Monica

      14 junio

      El mío aún no va a cole. temo ese momento, porque no fallan ninguna temporada. de dónde salen?

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