Tanto tiempo esperando este viaje y ya hemos vuelto. Ohhhhhh!!! Pero hemos disfrutado mucho y ya están añadidos los recuerdos para no borrarse jamás.

Este año, en julio hemos ido a Cerdeña, Italia, y el viaje lo hemos hecho en ferry. Escribo esta entrada aún estando de vacaciones todavía, pero como esto del ferry a mi me preocupaba bastante, prefiero dejarlo ya por si a alguien le viene bien info reciente y de primera mano.

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[Edito la entrada para al final completar más información. Este viaje a Cerdeña fue en 2017 y en 2018 hemos vuelto a coger ferry con la misma compañía, esta vez hasta Civitavecchia. Al final del post, más info útil con nuevos datos actualizados.]

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Esta era mi segunda vez en ferry. La primera fue un Atenas-Creta con mi entonces novio, un viaje relajado en pareja que poco se le parece al ir con los cachorros (sobre todo en peso y número de maletas). Ese viaje fue muy bien y nos gustó la experiencia, lo vimos más descansado que ir en avión. En aquella ocasión no llevamos coche, solo nosotros de pasajeros y cogimos camarote. Pero al reservar los billetes a Cerdeña esta vez se me ocurrió meterme en foros y fue el horror. Montones de comentarios criticando la compañía, los barcos, etc… tanto que me empezó a dar miedo.
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Estuve consultando blogs de viajeros con peques y me tranquilicé más al ver que no era tan terrible, pero no dejé de estar un poco inquieta ante el viaje aún con las ganas que tenía de ir.
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Nosotros habíamos estado en la isla hace ya 10 años, y fuimos en avión (Gerona-Alguero), pero la idea de volver en ferry me rondaba por la cabeza hace tiempo y el año pasado lo miré, aunque con poca antelación y los precios se disparaban. Este año comencé a mirar en febrero y lo reservé a primeros de marzo consiguiendo un precio bastante atractivo.
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Elegimos el ferry por varias razones. Preferíamos llevar nuestro coche en lugar de alquilar uno, que cuando íbamos solos era nuestra opción siempre, pero ahora con niños la cosa cambia. Hay que tener en cuenta la comodidad de llevarnos nuestro coche con las sillas de los niños. El alquilar SRI en destino no siempre es fácil y mucho menos si estás buscando sillas a contra marcha.
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Por otra parte, aunque cada vez vuelvo más a la practicidad y voy eliminando equipaje innecesario, un viaje con críos no deja de conllevar unos cuantos bultos y el poder cargar el coche en casa y descargarlo ya en el destino sin arrastrar maletas por aeropuertos es un plus.
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Otra razón, Mei, nuestra perra. No me convence nada el meterla en la bodega de un avión, pero en ferry van cómodos y puedes ir a verla y sacarla cuanto quieras a pasear por la cubierta. Es una buena opción para viajar con mascotas.
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Y una razón aún más especial: la pequeña aventura que supone para un crío meterse en un barco enorme durante una buena ración de horas.
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La compañía que hace el trayecto Barcelona-Cerdeña es Grimaldi Lines, una empresa italiana. Tiene salidas casi todos los días de la semana. La llegada es al norte de la isla, en Porto Torres, muy cerca de la ciudad de Sassari. Sobre precios, lo dicho, reservando con antelación sale más barato. También tienen ofertas de última hora, pero yendo con peques siempre es más fácil reservar todo con tiempo. Además el alojamiento en Cerdeña, depende a la parte que vayas está muy copado ya cuando se acercan los meses estivales.
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Precio:
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Reservé directamente con ellos en su web, pero se puede hacer a través de agencia o de otras webs de ferrys. Si no tenéis días fijos para ir se puede ir probando en el formulario haciendo distintas combinaciones de i/v, camarote, etc para encontrar el precio que más convenga y los días que nos cuadren. A nosotros nos salió, para que os hagáis una idea por la mitad de precio reservando en marzo (hasta el 28 de febrero aún era más barato) y cogiendo diferentes ofertas. En total, 640 € incluyendo pasajes de dos adultos, dos niños, un perro grande, un coche y camarote (interior a la ida y exterior a la vuelta). Sin los descuentos (se me aplicó el descuento de reserva anticipada, un descuento familiar y otro bonus) eso mismo en esos días concretos salía por 1.100 €.
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Si hubiéramos cogido avión más coche de alquiler creo que hubiera sido más caro.

Horarios:
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El trayecto son 12 horas, más posibles retrasos (que hay que tener en cuenta que son habituales y suelen estar condicionados al estado del mar).
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Actualmente salen de Barcelona a las 23.45 h, llegando a las 11.30 h a Cerdeña y el trayecto inverso es Porto Torres a las 8 de la mañana, y llegada a las 19.45 h a Barcelona. Hay que tener en cuenta además que hay que estar dos horas antes, al menos, para hacer el check-in.
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Retrasos:
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Nuestros barcos salieron con retraso lo dos. El de la ida con una hora y el de la vuelta con 4 horas y media. En ambos casos nos avisaron por email (importante dar un email al comprar los billetes que podamos consultar en el móvil), a la ida nos lo dijeron el mismo día unas horas antes y en la vuelta a las 4 de la tarde del día anterior (salía en teoría a las 8 del día siguiente). En la segunda ocasión como ya era más retraso te ofrecen devolverte el dinero si coges un transporte alternativo o cambiar el billete para un día después.
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Los retrasos, por lo que he visto y luego estuve hablando con una empleada de la recepción del barco, son relativamente habituales. El barco es el mismo que va haciendo la ida y la vuelta con lo que si un día hay mala mar y va tarde, va acumulando retraso durante toda la semana. No pueden ganar tiempo luego. Es bueno tenerlo en cuenta para evitar sorpresas, pero es algo bastante razonable. Sobre todo tenerlo en mente si hay enlaces posteriores en el viaje.
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Embarque:
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En Barcelona el chek-in se puede hacer el mismo día desde las 10 de la mañana (si estamos ya en Barcelona así evitaremos colas), pero en Porto Torres se hace al subir al barco (aunque también hay que ir con dos horas de tiempo).
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En Barcelona el muelle de donde salen es «Muelle de la Costa«. Allí están las oficinas y hay una cafetería con bocadillos, pizzas y demás. Aquí casi todo el mundo sube a pie al barco, salvo el conductor. El embarque para pasajeros normalmente es antes que para los coches, así que si vamos con niños es buena idea subir a pie e irse instalando. Yo subí con los peques y la perra (me ayudaron con la perra, supongo que agobia un poco ver a una madre con un niño de la mano, otro en la mochila y la correa de una perra de 30 kilos en la otra mano) más mochilas varias y bolsas colgando. Recordad subid a bordo todo lo que podáis necesitar en el viaje. Medicamentos, comida de los niños, pañales, etc.. no dejan bajar al coche a coger nada por seguridad en todo el trayecto.
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En Cerdeña hay que acudir al Muelle Asi (Molo Asi, en italiano). Aquí hay oficina, pero a la hora en que salen los ferrys está cerrada, por lo que el chek-in se hace directamente entrando al barco. Primero se pasa un control de la autoridad del puerto donde nos comprobaran documentación y billetes sin salir del coche (y aleatoriamente, al que le toque, revisión de maletero). Una vez pasado este control se accede al parking donde los empleados de Grimaldi ordenan los coches para la subida. Aquí la gente, casi toda, si va en coche embarca todos en él. En esta ocasión sí es más cómodo.
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Abajo en la foto a la izquierda, entrando a aparcar dentro del ferry. A la derecha, tomada subiendo el vehículo, los coches esperando ordenados para entrar.
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El embarque en Cerdeña tiene una pequeña pega, y es que es muy temprano. A las 8, con lo que hay que estar allí sobre las 6 de la mañana. Hay gente que duerme allí en el puerto en los coches, pero hay que tener en cuenta que no hay nada. Ni bares, ni baños públicos. Con peques merece la pena tener un hotel o algo cerca y al menos ir descansados.  Nosotros teníamos alojamiento cerca, pero como luego salió con mucho retraso y nos habían avisado el día antes, pudimos dormir y desayunar tranquilos en el B&B.
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Documentación:
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Como no salimos de Europa, los adultos solo necesitaríamos el DNI en vigor. Los peques necesitarán o DNI o pasaporte y en ningún caso pueden ir sin acompañante adulto si son menores de 12 años. Para saber más sobre la documentación infantil de los niños en viajes podéis revisar el post que tenemos de «Preparando las vacaciones«.
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Las mascotas necesitan llevar también su documentación (además se la quedarán mientras dure el viaje, y nos la devolverán a la llegada). En viajes internacionales, como es el caso, hay que llevar su pasaporte europeo (PET), con las vacunas y demás en regla. Si el trayecto fuera nacional bastaría con un certificado de salud que expidiera nuestro veterinario.
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Camarotes.
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Los camarotes son sencillos y con todo lo necesario. Dos camas, dos literas abatibles, baño con ducha y toallas, jabones, armario, mesita y enchufes. A la ida como íbamos por la noche optamos por un camarote interior y a la vuelta, que era durante el día, cogimos uno exterior. Ahora por la diferencia de precio creo que volvería a coger el exterior en los dos trayectos. No tener ventana agobia un poco, y te despiertas a oscuras por la mañana. Pero tampoco es nada grave.
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Hay gente que no coge camarote, es otra opción, sobre todo para el trayecto diurno. La verdad es que las 12 horas se pueden pasar rápido entre paseos, comidas y opciones de ocio. Aunque no viene nada mal meterte al camarote a descansar a ratos y echarte una siesta. Más yendo con niños pequeños. El mayor problema de ir sin camarote es que hay que subir al barco de los primeros porque hay verdaderas carreras para coger mesas y sofás en las cafeterías interiores y exteriores para pasar el viaje allí.
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La opción de asiento de cabina, leyendo en foros, se recomienda menos. Es cuestión de ver las opciones y decidir.
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Wifi
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Hay que contratarlo aparte y según dicen deja mucho que desear, estando disponible solo en algunas zonas. Con esos avisos, no lo cogí y llevábamos pelis y dibus descargados en móviles y tablet para poder poner algún rato a los peques.
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Ojo también con el roaming, os cuento mi metida de pata para que no os pase. Como no salíamos de Europa no caí en poner el móvil en modo avión o desconectar los datos. En el mar no hay cobertura y es por satélite con el sistema del barco y esos precios son distintos y requetecaros. Afortunadamente tenía activo el aviso y al punto de la mañana me llegó un SMS: «Ha cubierto ya el 80% de los datos en itinerancia». Casi infarto. Llamé al número automático y me enteré de que me había gastado casi 45 € en el trayecto. Ahora viendo la factura detallada fueron 40 € de datos simplemente de abrir el wasap unas cuantas veces y una llamada que hice al móvil del padre de mis criaturas para comunicarle que le esperaba en la cubierta superior. La llamadita fueron 4 € de escuchar el buzón de voz porque él sí cayó y lo tenía en modo avión.
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Ocio y comidas
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Íbamos avisados, la comida es mala. Y efectivamente lo es, casi no merece la pena meterse al self-service. Hasta la pasta es pésima. Y no es barato, 7 € o 10 € cada plato. Además se forman colas aunque lo cierto es que las manejan bien y no esperas demasiado.
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Pero mejor comer algo del bar, que hay paninis, o en la cubierta superior pizzas (nada que ver con las de tierra, estas muy falsas) y kebab,  o la opción del restaurante a la carta. Nosotros hicimos allí la comida de vuelta y bien, eso sí, caro. A la ida íbamos bien provistos de comida, compramos una mochila-nevera y no hicimos ninguna comida, solo un café en el desayuno. Pero a la vuelta ya no llevábamos nada.
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Para pasar el rato, además de pasear, hay una sala de juegos (máquinas recreativas) y una pequeña sala infantil con tobogán y casitas. También hay piscina, pero es pequeña y está muy solicitada. No olvidéis coger bañador y toalla por si acaso.
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También hay tiendas, un teatro y una discoteca. Pero estos no los visitamos. También gimnasio y Spa, pero aunque ganas había, no pasamos a darnos un masaje.  (por supuesto todo esto se paga aparte y no es barato, estamos en un barco)
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¿Lo que menos me gustó?
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A la vuelta, al ir con retraso llegamos a Barcelona bastante tarde (casi a la una de la mañana), además debes desalojar el camarote con tiempo porque tienen que limpiar para los que van a hacer el trayecto inverso. Una pareja con niñas que repetía viaje en ferry nos aconsejó no hacer caso al aviso de dejar el camarote hasta que no nos llamaran en la puerta y así lo hicimos. Pero la mala suerte hizo que uno de los primeros pasillos en los que entraron a limpiar fuera el nuestro, así que a dos horas de llegar ya estábamos fuera. Y al ser tan tarde los peques andaban agotados y se les hizo largo.
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En resumen, ¿lo recomiendo?
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Sí. No fue tan terrible como lo pintan en los foros. No es un viaje en crucero, es un ferry, pero se va bien y cómodo. Es divertido para los peques. Tiene sus cosas pero si vas avisado no son nada graves y el trayecto y el medio también son parte del viaje.
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Me sigue mereciendo la pena sobre todo la opción de llevar mi coche con mis sillas y mis cosas. Además ver el mar tanto rato siempre es un plus. Y el retraso nos permitió ver un alucinante atardecer.
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(si vais a hacer este viaje y queréis preguntar cualquier cosa, dejad las dudas en los comentarios e intentaré responder lo antes posible con mi experiencia)

Actualización. Viaje en julio/agosto 2018.

En esta ocasión hemos ido hasta el puerto de Civitavecchia, el más cercano a Roma. Salíamos también desde Barcelona. Esta vez fuí más previsora con los billetes y los cogí a finales de Navidad, el resultado, un buen descuento. Camarote superior, coche y nuestros cuatro pasajes i/v por 600 €.  Además no me di cuenta pero iba en paquete y teníamos incluido el desayuno.

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En cuanto a horarios. La ida salió en hora pero llegamos con un par de horas de retraso (por la noche el mar estaba bastante movido). Este trayecto son unas 22 horas, con lo cual sales de Bcn casi a medianoche y la hora prevista de llegada a Italia es a las 20 h. La vuelta sí salió con bastante retraso (nos avisaron por sms y mail el mismo día y nos daban opción de devolución de dinero o de cambio a un día más tarde). La salida en teoría era a las 23 h y acabó saliendo a las 2 y media de la mañana. Lo peor es que en el puerto de Civitavecchia el checkin cierra a las 23 h sí o sí, así que se hizo algo largo el esperar. Embarcamos a las 00 h y la mayoría de familias optamos por embarcar en los coches, ya que los peques iban durmiendo ya a esas horas. No nos dijeron nada y pudimos, aunque hablando antes con otros pasajeros que habían hecho más viajes en ferry a veces se ponen firmes y no dejan. Supongo que cuando van con tanto retraso son más flexibles.

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Durante el trayecto, increiblemente, recuperó el tiempo y llegamos a Bcn al día siguiente en hora. Lo malo fue el atasco de salida del puerto que nos llevó casi un par de horas ponernos en autopista. Pero bueno, los viajes pocas veces salen a la perfección. 🙂

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El viaje en ferry no se hace largo, más llevando camarote. Esta vez como nos salió bien cogimos un camarote superior y cuentas con algo más de espacio. Es una cama doble y una litera. Lleva bañera-jacuzzi en vez de ducha, pero sinceramente, es muy poco apetecible darse un baño. No están sucios pero sí algo bastante viejos y da «cosica», así que por la bañera no lo hagáis.

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El desayuno incluido. Pues porque no nos dimos cuenta e iba incluido, pero no merece la pena pagarlo aparte. Sigo pensando lo mismo que el año pasado, las comidas son malas, malas… Además el desayuno estándar incluido no es nada del otro mundo. Café con leche (pésimo), croissant o pan, zumo (de bote por supuesto) una porción de mermelada y una de mantequilla. Mi hijo se empeñó en una porción de nutella y como no entraba la pagamos. 0.70 cts. Jajajaja.

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Así que si podéis llevar algo de casa, mejor.

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En general todo bien. Sigo leyendo en foros quejas de algunos pasajeros sobre que los barcos son viejos (la flota es de unos 10 años) pero insisto, es un ferry, no un crucero que tiene más detalles. Aquí es lo básico y para un viaje así no está nada mal. Tampoco comparto que alguna queja sobre que los empleados sean antipáticos, en mi caso he tenido suerte y han sido todos muy majos, la verdad. Algunos apenas hablan castellano, pero la compañía es italiana. Casi todos hablan inglés y además el italiano si te hablan despacio se entiende de sobra. Y lo mismo les pasa a ellos con el español. Por ahí ningún problema.

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Es una forma cómoda de viajar a Italia. Con tiempo el viaje sale razonablemente bien de precio, más que si buscas avión más coche siendo una familia. Con peques es muy llevable porque van muy entretenidos y no se hace largo.

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¿Habrá una tercera? Probable… 😛

Actualización importante. Desde 2019 se reservan algunos camarotes para poder estar con los perretes. Así pueden dormir con nosotros. Hay que reservarlo al reservar los billetes y está sujeto a disponibilidad. Sale como opción en la reserva de camarote.

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