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Viaje a Burdeos y alrededores con los peques. Idea...

Viaje a Burdeos y alrededores con los peques. Ideas de visitas

Francia siempre es un país interesante para visitar y además como lo tenemos tan cerca es una alternativa fácil y recomendable.

En esta ocasión hemos ido hacia la parte oeste y hemos visitado la zona de Burdeos. Tenía muchas ganas de ir hace tiempo porque allí estuve cuando era una jovenzana con una familia, como au pair. Cuidaba dos peques de 4 años y 8 meses y fue una buena experiencia de la que guardo buen recuerdo. Además la zona me gustó mucho así como la ciudad. Y este año, ahora ya con mis peques he repetido lugares.

En aquella ocasión (siglo pasado todavía) estuve durante el verano y ahora hemos ido en primavera. En verano la temperatura era similar a aquí, bastante calurosa. Pero este viaje, a finales de abril nos ha hecho un tiempo un poco malo. Frío y nos ha llovido un poco, pero aún así hemos disfrutado mucho.

Para llegar. Fuimos en nuestro coche, desde Zaragoza hasta Burdeos tenemos poco más de 5 horas de coche (autopista). Hicimos una parada a comer en San Juan de Luz y a la casa llegamos por la tarde. En la frontera de Irún nos pilló algo de atasco (y eso que era un día laborable), pero los camiones (muchísimos) estaban todos bastante organizados en el carril derecho, por lo que los coches íbamos con bastante fluidez. Desde la frontera a Burdeos hay unas dos horas y media.

Burdeos tiene aeropuerto, si preferís ese medio de transporte. Hay vuelos regulares desde Madrid y Barcelona.

Alojamiento.

La oferta hotelera es amplia en la zona y se completa con la oferta de las Gîtes de France.

Como en otras ocasiones nosotros nos hemos decantado por una casa cerca de la ciudad en lugar de hotel en el centro. Para ir con los peques nos parece (normalmente) mejor opción. Nos alojamos en el Château Beau Site, un lugar muy recomendable. Está en Portets. El precio de 4 noches en abril en habitación familiar (más bien apartamento por la amplitud) fue de unos 600 € incluyendo desayuno. Está disponible para reserva en booking.com: www.booking.com/hotel/fr/chateau-beau-site.en.html

Está muy bien situado para explorar la zona e ir a la ciudad y el entorno es muy bonito. Es un château típico rodeado de viñas y ofrece habitaciones familiares y dobles. Son solo cinco así que la intimidad está más que garantizada. En la habitación que estuvimos nosotros, repartida en dos alturas, nos sobró sitio. Las dos habitaciones familiares pueden alojar hasta 6 personas. Está muy bien equipado con todo e incluye un rico desayuno completo con fruta, repostería casera, yogures, etc.

Si vais en verano tiene piscina en el jardín. Además en el perímetro hay una escuela de hípica con picadero y caballos y se pueden ver (o reservar clases). Así que para los peques, un sitio ideal. Admite mascotas. Lo dicho, se puede recomendar con toda seguridad. Esta es una foto de la parte trasera de la casa:

Chateau Beau Site, portets

 

Qué visitar en la zona

Las visitas más habituales en esta zona (y que se pueden hacer si contamos con unos 3 días) son Burdeos, Saint Emilion (este) y Arcachon con la duna du Pilat (en el oeste, junto al mar) y completar con algunos sitios que pillan de paso. Se puede hacer un día para cada visita, si contamos con más días Burdeos se puede hacer en dos.

Las carreteras están bien aunque hay bastante tráfico sobre todo hacia la costa. Cuando estuve la vez anterior que era verano recuerdo bastantes atascos yendo hacia las playas.

Burdeos

Comenzamos por la ciudad.

En francés, Bordeaux. Es una bonita ciudad, no muy grande que se puede visitar perfectamente en un par de días. Pertenece a la región de NUeva Aquitania. Su población es de poco más de 230 mil habitantes. Pero los bordeleses viven casi todos en los pueblos de alrededor, y suman en el área metropolitana más de un millón de habitantes. Una parte de la ciudad es Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

Es una de las grandes ciudades de Francia, la sexta en importancia. Y de las que más cerca tenemos (200 km desde San Sebastián). El casco antiguo está muy cuidado y es muy agradable para pasear. Además el tráfico está restringido (como en muchas capitales europeas) y es bastante tranquilo ya que estas zonas están reguladas a 15km/h para los coches permitidos (residentes y demás). Más info sobre las restricciones de tráfico en bordeaux.fr/zones-reglementees

Además, tienen los «Dimanche sans voiture», los primeros domingos de cada mes el centro está prohibido a coches de 10 a 19 h. Si os gusta ir en bici es una ciudad agradable para ello. Tienen un servicio de préstamo gratuito de bici para sus habitantes y otro pagando, muy barato (V3). Burdeos es muy plana, así que la bici es un transporte ideal.

 

Cuenta con tranvía que recorre todo el centro en 3 líneas (disponible desde las 5h de la mañana a medianoche). El tranvía es reciente, cuando estuve de joven todavía no estaba. La red de autobuses es también bastante completa con 65 líneas que conectan las localidades de los alrededores con la ciudad y el centro. Las líneas de tranvía se van a ampliar proximamente.

Los billletes de bus y tranvía son los mismos y son válidos durante una hora, pudiendo hacer transbordos.

Si vais a Burdeos en coche lo más recomendable es dejarlo aparcado y disfrutar de la ciudad.  Hay bastantes parkings públicos. Uno es este, el Víctor Hugo, es un parking exterior en un edificio. Por el que tuvimos que pasar varias veces porque a mi hijo pequeño le hizo muchísima gracia el coche que parece que ha roto la pared y está suspendido:

 

 

Está en Place de la Ferme Richemont, muy cerca del centro. Pero el mejor para dejar el coche y visitar el centro es el que está en la Place de Quinconces. Es abierto y es fácil para acceder cuando vienes de fuera de la ciudad. Además estás a un paso de la oficina de turismo y del centro histórico (y hay baños públicos). Está abierto 24 horas y tiene duración ilimitada. La tarifa de 24 horas es de 25e y de una jornada completa (de 8 a 19h) son 15€

La plaza (o realmente esplanade) también es uno de los lugares obligados a visitar en Bordeaux. Es uno de los centros de Burdeos y aquí se concentran gran cantidad de paradas de autobús y también de tranvía. Es pues uno de los puntos en los que comenzar el itinerario de visita. Aquí veremos el monumento a Les Girondins con su columna de 43 metros.

Aquí empieza el Quartier des Grands Hommes. Como hemos dicho antes está muy próximo a la oficina de turismo. En este barrio tenemos edificios señoriales, calles amplias y muchos comercios y cafés (en esta zona está el famosos restaurante L’entrecot. Un lugar en el que siempre hay cola para entrar). En esta zona encontraréis también la rue St. Catherine, una calle peatonal muy larga (más de 1 km) llena de tiendas. En mi primera visita a Burdeos las tiendas eran muy variadas y había mucho pequeño comercio, pero esta vez está ya bastante llena de franquicias y tiendas internacionales (Zaras y similares) con lo que para mi gusto ha perdido algo de su encanto.

También podemos ver en esta zona el edificio del Grand Theatre:

En la parte más «vieja» de la ciudad las calles cambian y son más estrechas. Pero hay muchas plazas y es una zona muy animada con mucha vida  e interesante para pasear. Aquí encontraremos la bonita basílica de St Michel


El muelle, puerto y el río

Una de las partes más asombrosas de Burdeos es toda la que da al río a la altura del centro. Con una construcción armónica y muy cuidada es un frontal muy característico y monumental.

El Garona y su puerto ofrecen unas magníficas vistas para pasear. Fue un puerto muy importante y permitió que fuera una ciudad muy comercial, sobre todo con los vinos.

La place de la Bourse, la más conocida quizás de la ciudad, cuenta desde hace unos años con una gran lámina de agua conocida como el Espejo de agua (2006) (nosotros no pudimos ver el espejo ya que nos hizo viento y lluvia y el agua estaba de todo menos en calma). En esta plaza también vemos la Cámara de Comercio y la fuente de las Tres Gracias. Es una plaza simétrica, muy impresionante por la que pasaréis varias veces paseando.

Otro apunte, Burdeos fue también el hogar de Goya. Aquí se exilió y  aquí murió (de hecho se cree que su cráneo está escondido en algún sitio de la ciudad). En una de sus calles tenemos la iglesia (Notre Dame de Chapelet)  donde se ofició su funeral y una estatua recuerda al artista aragonés más uiniversal. Place du Chapelet:

Yendo con peques a Burdeos lo que más les va a gustar es pasear, pero también les llama mucho la atención las puertas, que parecen sacadas de cuentos. La de Cailhau, la Dijeaux (al final de la rue St. Catherine) o la de la Grosse Cloche a la que se puede subir (5€):

Otra opción es llevarles a una de las rutas del bus turístico, le petit-train o uno de los paseos en barco por el Garona. Como no hacía muy buen tiempo nosotros optamos por el bus y les gustó bastante. Además con el audio hay opción adulta y opción infantil, por lo que van con sus auriculares escuchando la guía de la ciudad pensada especificamente para ellos.

El bus turístico sale y se compra el billete en un kiosko cerca de la oficina de turismo (. Son 70 minutos de itinerario y recorre también la otra orilla y pasaremos por dos de sus puentes.

Otra de las visitas obligadas es la de la catedral de Burdeos, la de St. André. Es impresionante por dentro y por fuera. También se puede subir a la torre que está al lado (da un poco de vértigo subir, ojo con los peques si son muy miedosos)

 

 

catedral st andré

Si el tiempo acompaña la visita al Jardín Público es obligatoria. Y más con peques. Nosotros esta vez no fuimos porque apetecía poco, pero en mi estancia anterior era uno de los lugares que más frecuenté. Es muy agradable pasear en él y con los niños es un buen respiro. Tiene muchos árboles viejísimos y enormes, buenas sombras, puentes  arroyos.

Alrededores

Si contamos con tiempo hay muchos sitios interesantes cerca de Burdeos. Yendo hacia el oeste, a la costa llegamos al mar. Visita imperdible con niños es la duna más alta de Europa, está al lado de Archachon:

Duna du Pilat

A los niños les impresiona (y a nosotros también). No os quiero poner muchas fotos de esto porque es mejor descubrirlo in situ, las vistas son increíbles desde arriba. Viendo a un lado los pinares y a otro lado el mar. La duna siempre está en movimiento y es cambiante. Podemos subirla por escaleras o andando (por supuesto los críos querrán andando). Cansa un poco andar en una pendiente tan pronunciada con la arena (recomendado descalzarse), pero merece la pena. Y la bajada es muy divertida.

Por descontado los críos subirán y bajarán varias veces, algunas haciendo la croqueta.

Ojo. Si vais con carro de bebé la gente lo deja en este punto de la foto de abajo, que es donde empieza la arena. No están vigilados, pero no parecía haber problema de robos y lo hacían muchos. De todas formas lo más aconsejable es venir con mochila o fular, subir el carro por la duna es impensable.

 

Se puede llegar hasta la playa y quedarse allí. La otra vez era verano y estuvimos con plan de playa, pero para alguien acostumbrada al mediterráneo como yo, el agua está pelín fesquita hasta en julio.

En esta ocasión el tiempo no nos permitió ni nos apeteció ni mojarnos los pies. Aún así pasamos toda la mañana juagando en la arena.

Al llegar a la duna hay un amplio parking con sombras ( y de pago) así como tiendas, sitios para comer y baños públicos. Además vimos que se hacen cuentacuentos en la duna en primavera y verano. Una opción a tener en cuenta si vamos con tiempo (eso sí, en francés).

Arcachon

Muy cerquita de la duna está la localidad de Arcachon. Merece una visita sobre todo por su playa, los paseos en barca (está en una bahía) y para ver las casitas. Arcachon fue destino de los burgueses de Burdeos en el siglo XIX, sobre todo en los años 20. Hay muchos chalets y casitas residenciales de esta época y son todo un espectáculo para recorrer las calles. Cada una en su estilo, de varios colores componen un paisaje de otros tiempos encantador. Hay varios barrios: el de invierno, de verano… cada uno construido para aprovechar mejor el clima de cada estación.

 

Arcachon y la duna están más o menos a una hora en coche dese Burdeos.

 

St Emilion

Otra visita más que recomendable. Aunque el turismo aquí es bastante peculiar, la mayoría es turismo enológico y hay poca familia con peques.

St Emilion es mundialmente famosa por sus vinos y mucha gente viene aquí por ello. Además los hoteles y restaurantes aquí son bastante más caros. A mi hijo mayor le llamó poderosamente la atención una lista de precios de vinos que había en el exterior de una tienda, con alguna botella que superaba los 8mil €.

Pero St Emilion no son solo vinos, ni mucho menos. Es un pueblo precioso que merece mucho la pena visitar. Desde Burdeos está solo a poco más de media hora y el paisaje que se recorre con el coche hasta llegar hasta aquí es muy bonito.

Saint Émilion forma parte del patrimonio mundial de la UNESCO, aunque en la oficina de turismo nos dijeron que menos del 20% de los turistas que pasan por aquí hacen alguna de las visitas guiadas a los monumentos.

Nosotros hicimos una visita muy completa (hay en varios idiomas) y a los peques les encantó. Vimos la cueva del santo, la capilla medieval (con unas pinturas únicas), las catacumbas y el plato fuerte fue para el final: la iglesia monolítica subterránea. La puerta de entrada es esta:

No tenemos fotos del interior porque no está permitido hacerlas. Pero si vais por aquí no os podéis perder esta visita, cuesta 13 € por persona y se reserva en la oficina de turismo. La iglesia se excavó en el siglo XII y es enorme. Está en el corazón de la ciudad y está enteramente construida en la roca. Cuando acabas la visita sales a la animada plaza con sus restaurantes y es como aparecer en otro mundo.

St Émilion es un pueblo perfecto para pasear por sus calles empinadas y libres de coches. Visitaremos el claustro de los Cordeliers, la puerta Brunet, los lavaderos (mis hijos no se creían que antes se lavaba así la ropa), las murallas o la impresionante Torre del Castillo del Rey (subida 2 €, gratis menores de 6 años), donde veremos las mejores vistas.

Sauve Majeure.

La zona de Burdeos es muy rica en monumentos. Si tenemos tiempo es interesante descubir algunos más. Para mi imprescindible (y que pilla de paso hacia St Émilion) es la Abadía de la Selva Mayor (Sauve Majeure). Un monasterio benedictino que está medio en ruinas pero que se puede visitar.

6 €, está a 25 km de Burdeos y también es patrimonio de la Unesco. Cierra a las 17.30 (en verano a las 18h). Más info en www.abbaye-la-sauve-majeure.fr/es/

 

Compras y más

En toda la zona, y por extensión en toda Francia, las compras y las comidas son parte importante del viaje.

La comida en Francia es buena (aunque no barata, sobre todo la bebida es cara) y hay mucha opción para elegir. Ojo con los horarios, pues muchos restaurantes a la una ya no sirven. En Burdeos sí hay más restaurantes que ofrecen comidas todo el día, pero en los pueblos no.

Con peques las creperies son cita obligada. Nada caras y muy variadas las crêpes dulces y saladas son una delicia:

Otra delicia son los macarons. Los veréis por todas partes. Aunque los auténticos no son estos de colores (son marrón-galleta y planos, originales de St Émilion).

 

 

Y otra compra obligada, cómic (BD) y todo lo que rodea al mundo del cómic. Hay muchas tiendas y para todos los gustos.

Y por supuesto, el chocolat.

Nos venimos con un buen cargamento de bombones de Burdeos. Una excusa más para dejarse perder por allí.

 

¿Os animáis?


Mónica Anchelergues. Mamá de dos pequeños terremotos que llegaron a mi mundo en 2011 y en 2015. Publicitaria y marketiniana, trabajando dese el siglo pasado en el mundo online, soy una de las mamás que está detrás de conpequesenzgz. También comparto piso con una gata y una perrita.

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