En un post anterior os hablamos de la región de la Camarga, en el Sur de Francia. En este vamos a ver más opciones de viaje en la zona, pero más al sur: dos veranos después volvimos a nuestro país vecino a seguir explorando la zona sureste.
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Esta vez la familia había crecido y ya íbamos con dos peques (de 5 años recién cumplidos y un bebé de año y medio). Además nos acompañaba el nuevo miembro de nuestra familia, Mei, una perra cruce de pastor alemán. También fue un viaje en coche y esta vez, como era de menos duración llegamos a nuestro destino en la primera jornada y allí pasamos ya una semana.
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La elección del sitio exacto para alojarnos fue un poco al azar, estuve buscando más una casa que me cuadrara con mis expectativas que un lugar en concreto. Las premisas: cerca de playa, con jardín cerrado, que admitiera perros (en Francia no es demasiado problema) y que estuviera más o menos a 5 horas de Zaragoza. Volví a buscar alojamiento en la web de Gîtes de France y al final me decidí por una casa un pueblo llamado Roquefort des Corbières, a 506 km de Zaragoza, y a unos 15 km. de la costa. Pertenece al departamento de Aude, en la región del Languedoc-Rousillon.
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La casa resultó ser una casa antigua de pueblo, enoooorme. Tan grande que hubo habitaciones que entramos el primer día a verlas y ya no volvimos. Tenía jardín cerrado inmenso, con pista de tenis incluida y dos plantas enteras. Para que os hagáis una idea, en temporada alta (julio) nos costó 650 € una semana, pero en temporada baja está disponible desde 300 € la semana. Estuvimos muy a gusto y los propietarios, que vivían en la casa de al lado fueron muy atentos y nos ayudaron en todo (reventón de rueda de coche incluido y traslado a taller).
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El pueblo es muy bonito y merece una visita a sus calles. Es una localidad con bastante historia, que se conocía como Rocafort. No es muy grande, unos 1000 habitantes y es muy tranquilo. La región es vinícola y tiene lo que aquí llamamos «denominación de origen» para sus vinos. Está a los pies del macizo des Corbières que se ven al fondo entre sus calles.
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Roquefort está además muy bien situado tanto para ir a las playas como para excursiones a sitios de interés cercano. Durante la semana de estancia repetimos la visita a Narbona que ya habíamos hecho en el viaje pasado, y además estuvimos en Carcassonne, hicimos mini ruta de castillos cátaros, visitamos la Abadía de Fontfroide (que nos quedó pendiente en el viaje anterior) y sobre todo disfrutamos de las playas. Tras pasar aquí la semana, bajamos un poco más al sur y pasamos otros tres días en Argeles, ya muy cerca de España. Aquí estuvimos en plan playero, pero también visitamos la imperdible Collioure.
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¿Vemos las visitas?
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Carcasonne, la cité.
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Carcasona en castellano, es una famosa ciudad medieval totalmente fortificada. Nosotros dos ya habíamos estado pero nos apetecía mucho volver con los niños, ya que es una parada muy adecuada para ellos con tantas historias que contarles.
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Carcassonne es muy bonita y está muy bien conservada (reconstruida más bien), pero tiene una pequeña pega: los turistas. Y es que cada año visitamos esta ciudad más de 3 millones de personas por lo que en temporada alta las calles están a rebosar.
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Aún así, si estáis por la zona merece la pena visitarla. Y si vais con niños seguro que saldréis de allí con una espada y un escudo de madera.
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La parte antigua se restauró por completo en el siglo XIX y nos da una idea muy aproximada a cómo se vivía en la edad media. Es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 97. Con una extensa y rica historia que se extiende en varios siglos, Carcassonne es famosa sobre todo por haber sido feudo de los Cátaros hasta 1209 que Simon de Montfort rindió la ciudad y pasó a ser un lugar clave entre la frontera de Francia y Aragón, para poco después tras la batalla de Muret en la que Pedro II de Aragón perdió, pasar a estar dominada por Francia. Es esta la etapa de mayor esplendor y la que más representada está en sus edificios y trazado.
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Actualmente es una de las ciudades más turísticas de Francia, contando incluso con aeropuerto, lo que la hace muy accesible. La Cité, que está dentro de las murallas es la parte restaurada y que se visita, estando prohibido el acceso a los coches. Así que tenemos que aparcar (hay muchos parkings, casi todos de pago) y comenzar la visita a pie. También podemos subir en tren turístico o en autobús, pero si no hemos aparcado muy lejos lo que es subir hasta arriba desde la ciudad son 10 minutos y hacemos piernas.
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La Cité entera es digna de ver y se pasea de forma muy agradable (pese a las mareas de gente) por las estrechas calles. No hay que perderse la vuelta completa a las murallas, la Basílica de Saint Nazaire (con vidrieras magníficas, entrada gratuita) y el Castillo Condal (que se puede visitar por dentro, los niños entran gratis). La visita al Castillo puede suponer un buen rato de cola, nosotros entramos a la hora de comer (española), al pasar vimos que se había despejado bastante y aprovechamos para entrar.
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Hay numerosas tiendas y restaurantes, también locales para tomar helado o comida para llevar. Hay mucho establecimiento de souvenir, pero también hay bastantes tiendas con artesanía bonita y productos gastronómicos típicos de la zona. Además en cuanto a restaurantes se puede comer bastante bien, y en horarios amplios.
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Si disponéis de más días, es interesante ver también la ciudad «nueva», el canal du Midi y los alrededores. Si vais con el tiempo justo, la cité de Carcassonne nos llevará unas 3 o 4 horas verla a fondo.
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El castillo de Peyrepertuse
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También llamada la ciudadela del vértigo es una impresionante fortaleza que se encuentra en la cima de un monte, totalmente integrada en la roca, siendo complicado verla hasta que no estás muy cerca.
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Nada que envidiar al Nido de águilas de Juego de Tronos, el castillo se encuentra en una cresta a 800 metros sobre el nivel del mar. Para subir a visitarlo hay que caminar, y algunos tramos son un poco complicados, aunque en general es una ascensión fácil . No es apto para carritos ni está adaptado para personas con movilidad reducida.
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Nosotros íbamos mi marido con el mayor de la mano, la perra (con la correa, no pueden ir sueltos logicamente) y yo cargando al pequeño en la mochila manduca.
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Había mucha gente que subía con chanclas, tacones y calzado nada adecuado, pero lo recomendable es llevar un buen calzado si no de montaña, al menos que proporcione un buen agarre para las zonas más empinadas.
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Llegas en coche hasta la recepción y allí ya continuas andando unos 20 minutos. Cogimos una audioguía para ir escuchando las indicaciones y nos la íbamos pasando (4 €). La entrada en temporada alta son 9 €, los niños de 6 a 15 pagan 4.5 € y los más pequeños de esa edad, gratis. No olvidéis si vais en verano, ir bien provistos de agua.
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El sitio es impresionante, desde abajo pero también entrar dentro. Está bastante bien conservado y puedes pasear por todo el castillo. Las vistas desde arriba son impresionantes y es un lugar ideal para hacer muchas fotos.
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Fue un sitio clave en la defensa del reino de Francia frente al de Aragón, siendo lugar fronterizo.
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Muy cerca hay otros castillos cátaros que se pueden visitar. Nosotros estos solo los vimos desde fuera, ya que no nos dio tiempo a mucho más en esa jornada (madrugamos poco, yendo con niños es complicado que el día cunda a tope y hay que adaptarse a sus ritmos). También en esta zona es interesante hacer una pequeña parada en los miradores que salpican las carreteras, pudiendo ver los Pirineos, les Corbières y también el mar a lo lejos.
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Los castillos cercanos son Quéribus (En la foto, abajo. El ascenso es más sencillo y rápido que a Peyrepertuse), Puilaurens y Aguilar. También es interesante hacer una parada en el pueblo de Cucugnan, un pueblo con encanto, antiguo y con un precioso molino. Nosotros comimos aquí, es una buena parada, además tiene oficina de turismo y pudimos coger folletos de la zona.
La abadía de Fontfroide
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Una visita que teníamos prevista en el anterior viaje y que no pudimos realizar. Así que nos reservamos un día completo para hacer esta excursión.
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Esta abadía cisterciense se encuentra cerca de Narbonne, a unos 15 km. y data del siglo XI. Primero fue monasterio y más tarde hospedería. Tiene partes que se fueron construyendo con el paso de los años, siendo las más interesantes la nave del refectorio, el claustro, la sala capitular o el patio de Honor. Con representación de los estilos románico, gótico o como la entrada, construida en 1777.
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Hay una opción de visita en familia con el préstamo de una tablet que nos va guiando por la ruta dentro del monumento. Está dirigida a peques a partir de 7 años, da bastante información histórica y de la arquitectura del lugar. La tarifa familiar para esta guía es de 30 €.
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La entrada no es barata, cuesta 11.50 € para los adultos y los niños de 6 a 18 pagan 7 € (menores gratis). Tarifa familiar de 30 € (hasta 3 niños)
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Estuvimos también dando un paseo por los alrededores, hay varios caminos que dan la vuelta al monumento y otros que se alejan para acceder a miradores.
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Al acabar el paseo comimos en el restaurante, tiene opción de cafetería para comer comida más rápida tipo paninis, aperitivos, etc. Luego da la opción de comer a la carta en la terraza interior. Como íbamos con la perra escogimos esta opción y resultó ser una buena idea, porque la comida estaba muy rica y el entorno es espectacular. Además los niños pudieron jugar tranquilos en el jardín.
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Plages de Leucate: Mouret y Aqualand
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La zona de playas más cercana que teníamos era en la comuna de Leucate. Nos gustó la zona y como la teníamos muy a mano de la casa repetimos aquí todos los días. Algunos días de excursión acabamos en la playa para aprovechar el día.
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Es una zona en la que se encuentra el estanque de Leucate, con playas cálidas, arena fina y aguas poco profundas en el interior del estanque y playas enormes en el exterior. Relamente es una playa inmensa diferenciada en varios tramos.
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Hay zonas de playa sin apenas servicios y otras que cuentan con chiringuitos y alquiler de tumbonas. Nosotros siempre solemos dar prioridad a playas con menos servicios porque son más tranquilas, pero desde que vamos con niños solemos ir a zonas de hamacas para tener sombra. Aún así esta zona es muy tranquila y no hay aglomeraciones.
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Apuntar también que en numerosas playas del país está permitida ir con mascotas (hasta una chica con un gato vimos en una). La condición suele ser que estén tranquilos y llevarlos atados.
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Suelen tener vetada la entrada en playas urbanas, aunque sí permiten en alguna zona concreta. Pero como no nos suelen gustar este tipo de playas, ningún problema.
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Las playas en las que más estuvimos y recomendamos son la de Mouret (ver arriba en el mapa) y la de Aqualand. La primera es una playa casi virgen, preciosa con dunas de arena clara. Tiene tres chiringuitos muy cool y muy caros (botella de agua de 2 litros 12 €, por ejemplo), pero la playa es inmensa y tranquila y merece mucho la pena verla y estar. Es cómoda para ir con niños, pero con mucho ojo porque enseguida les cubre, tiene un tramo largo casi nada más entrar que a los adultos nos llega por la cintura. A un lado vemos el mar y al otro, el estanque.
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Menos profunda y muy adecuada para ir con los peques es la de Aqualand. Se llama así porque hay un parque acuático justo al lado de la playa. Es amplia, con varios chiringuitos desperdigados, arena fina y no cubre apenas en un buen tramo. Además las aguas están bastante calmadas y no hay demasiada gente.
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En Leucate pueblo además hay muchos sitios para comer y son famosas sus ostras, y bastante bien de precio.
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Colliure (Collioure)
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Cuando acabó la semana cambiamos de zona. Teníamos reservado un hotel para 3 noches en Argèles-sur-mer, aproximándonos ya a la frontera con España.
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El hotel, un pequeño establecimiento familiar, estaba un poco alejado del centro, pero fue una buena opción, ya que Argeles es un centro muy turísitico, más parecido a localidades de nuestra costa como puede ser Salou. Muchos hoteles, apartamentos, restaurantes… una oferta de ocio veraniego bastante amplia.
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Nuestro hotel era el Bleu Azur, en la rue André Malraux. Es bastante nuevo y tiene habitaciones familiares. La nuestra tenía 2 literas y cama grande. Un poco justos pero buena relación calidad-precio. Tiene una piscina pequeña pero agradable y jardín. Como no tiene muchas habitaciones se puede estar muy bien en la piscina, hay poca gente. Se puede ir.
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En Argelès-sur-Mer se puede ver el puerto y pasear. Estuvimos más en plan playero y visitamos las playas cercanas hacia el norte. La playa de la localidad es grande pero está bastante masificada.
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Apuntar también que en esta zona las playas aún son de arena, paisaje que cambia al sur al ir acercándonos a nuestro país, que el litoral se vuelve más agreste.
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Desde aquí fuimos a visitar Collioure, un pueblo de pescadores pero muy turístico que no se puede dejar de ver, no en vano sedujo a grandes artistas como Matisse y Derain, siendo además considerada la cuna del fauvismo. También es famosa por ser donde se exilió y murió nuestro poeta Antonio Machado, y aquí está enterrado en su cementerio.
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Tiene dos pequeñas playas urbanas de arena muy concurridas.
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Colliure tiene una luz muy especial y merece la pena pasar el día entero, y si se puede, aprovechar hasta ver el atardecer. El pueblo no es muy grande (unos 3.000 habitantes) y se rápido, pero es muy agradable pasear sin prisa tanto por sus callejuelas por el barrio pescador de Moré como por el mar. Se puede acceder hasta el faro para contemplar las vistas:
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Si tenéis tiempo otra visita que merece la pena es el Castillo Real, que en el siglo XI perteneció a la Corona de Aragón o entrar a la iglesia de nôtre Dame des Anges, cuyo campanario circular es tan característico de esta localidad.
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También puede ser muy divertido para peques no muy pequeños hacer la ruta del fauvismo, encontrando todos los puntos marcados. Son 20 rincones en el que encontrar reproducciones de pinturas de Matisse y Derain. En el puerto (ver en la foto) ya podemos ver un marco desde el que mirar.
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En resumen, unas vacaciones muy interesantes que disfrutamos muchísimo y a la que probablemente volvamos. Y vosotros, ¿Conocéis esta zona? ¿Nos hemos dejado por ver algún lugar imprescindible?
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Para preparar el viaje:
Carcasona y la ruta de los Cátaros (Anaya, 12 €)
Le Guide Vert. Roussillon Aude Pays Cathare (Michelin 23 €)
Estela - Criando Pulgas
11 julio
Pero vosotros habéis ido de viaje a un cuento??? Qué bonito todo madre mía!!
Monica
11 julio
Sí, con tanto castillo parece que estás en otro mundo 🙂
Mamá Bamba
11 julio
Es una zona que nos encanta y que visitamos siempre que podemos; es lo bueno de tenerla relativamente cerca ^_^ Gracias por compartir vuestra experiencia
Monica
12 julio
Sí, está muy cerca y es bastante accesible por carretera. Merece la pena visitarla
La sonrisa despeinada
12 julio
No conozco nada de esa zona y la verdad es que es una cuenta pendiente , tiene una pinta genial con un poco de todo.
Monica
12 julio
Anímate, es todo muy chulo y se puede hacer plan para todos los gustos
Carlos
12 julio
Me encanta todo. Y más sabiendo que se puede ir con perro, pues tenemos uno (y 3 niños). Además de en las playas ¿son bien recibidos en otros sitios?
Monica
12 julio
Sí, Francia es un buen lugar para ir con perro. En muchos restaurantes incluso puedes entrar con él. Además casi todas las tiendas y bares dejan cuencos con agua para que beban cuando pasan y hay dispensadores de bolsitas para cacaperro por muchos sitios en las calles. gratuitas. Nosotros no tuvimos problema con ella en ningún sitio del viaje. Un plus para irse por allí, porque en España el tema playa-perro como que deja mucho que desear.
Cuentos de amatxu
12 julio
Me encanta! he oído hablar muy bien de Carcassone, pero no había visto fotos, y las que has puesto…me han parecido preciosas!!
Mamirebelde
12 julio
Es todo precioso!!
Qué pena que me pille tan lejos… pero pienso animarme un día porque que maravilla de viaje!!!
Chibimundo
13 julio
Peques + Mascota, eso es subir mucho el nivel.
Conozco el sur de Francia y no es un destino que me llame mucho pero la verdad es que es precioso y está muy a mano para hacer escapada con peques.
Gracias por contarnos la ruta con tanto detalle, me lo guardo para el futuro 🙂
30 y... y mamá
13 julio
Qué maravilla esta zona del sur de Francia!!! Yo no he tenido el gusto, pero me parece todo precioso, las fotos son increíbles!!!! Sinceramente has despertado mi necesidad de conocer esta zona. Vaya viaje más divertido en familia y encima con mascota, eres una campeona!!!! Se ve que lo habéis disfrutado muchísimo y ha sido toda una aventura!!!!
Paseando con Eloy
13 julio
Jo qué viaje tan chulo!!! Sólo conozco Carcassonne que me pareció una maravilla pero del resto me quedo con ganas de visitarlo. Nosotros hemos viajado por España con el peque pero al extranjero todavía no hemos salido y tengo ganas la verdad. A ver si el año que viene nos escapamos. Precioso viaje
Clara
14 julio
Me encantó la primera parte del post y por supuesto la segunda. Tengo muchas ganas al sur de Francia por la parte Este, pero como vamos en caravana se me hace muy largo para ir en la semana escasa que tenemos de vacaciones este año. Todo llegará!
Lee de Babytribu
14 julio
Tomamos nota! Queremos hacer un viaje por la zona y ahora con tus recomendaciones nos vienen muy bien! Un post muy completo.
ruth2m
14 julio
ay a mi FRANCIA me enamora!!
Carcassone es preciooooso, aunque no he ido con el peque, seguro que le haria mucha gracia….y combinarlo con playita (aunque yo soy blanco nuclear y no me hacen mucho jajaja pero me sacrifico por mis niños) es una gran idea
María Teresa
13 mayo
Muchas gracias por la entrada; me será muy útil para este verano, porque quiero ir con mi perra. ¿En los castillos se puede entrar con ellos?
Monica
14 mayo
Hola! Los que están «al aire» dejan entrar, como el de Peyrepertuse. En la abadía de Fontfroide no pueden, aunque sí dejan en toda la parte exterior e incluso nos dejaron comer con ella en el restaurante que hay en la abadía. En Carcassonne pueden entrar a la ciudad antigua pero al castillo de dentro no. Francia en general es un buen país para ir con peludo, les gustan mucho y hay mucha tolerancia. Si necesitas más info dime 🙂