Maestra de Pueblo, «La conexión humana y la capacidad de motivar, entender y enseñar a los más pequeños sigue siendo insustituible»
Con motivo del Día Nacional del Maestro este pasado 27 de noviembre, hablamos con Maestra de Pueblo, un fenómeno de internet que culmina su saga de libros con «¡Gracias, profes!», un homenaje a quienes educan.
¿Qué te animó a escribir el final de esta saga de libros?
Quería cerrar el ciclo de María con una mirada positiva. Este libro es una forma de agradecer a los docentes su esfuerzo diario y de dejar claro que, pese a las dificultades del día a día, la educación tiene el poder de transformar vidas.
¿Cuál dirías que es el mensaje principal que quieres transmitir?
Que los docentes somos mucho más que libros con patas: enseñar es un trabajo a veces duro, pero increíblemente gratificante. Mi intención es mostrar que, a pesar de las dificultades, la educación sigue siendo una de las profesiones que más molan de las más emocionantes.
¿De qué manera crees que tus libros pueden ser una herramienta para que los padres valoren la labor de los docentes?
Mis libros reflejan el día a día de los profesores, mostrando nuestras preocupaciones y los desafíos que enfrentamos con honestidad, humor e ironía. Creo que de esta forma las familias pueden entender mejor lo que implica nuestra labor y lo que realmente sucede en el aula, más allá de lo que se ve desde fuera.
Hay una frase que me ha llamado la atención en tu último libro: “La tecnología avanza, pero la maestra es insustituible”. ¿Qué opinas sobre la evolución del profesor en la actualidad? ¿Dirías que se ha vuelto más compleja la labor?
La labor docente evoluciona al mismo ritmo que la sociedad. Vivimos en un mundo rodeado de tecnología, y no podemos dejar al alumnado fuera de ese entorno. Integrar nuevas herramientas y métodos plantea retos, sin embargo, lo esencial sigue siendo insustituible: la conexión humana y la capacidad de motivar, entender y enseñar a los más pequeños.
¿Qué ventajas y desafíos puede tener la tecnología en el ámbito educativo?
La tecnología ha supuesto una ventana al mundo. Podemos llevar a nuestra clase el desierto del Sahara, buscar información en el New York Times o explorar el espacio sin salir del aula, ¡es alucinante! Nos ofrece oportunidades de aprendizaje diversas y accesibles. Aunque los estudiantes hayan nacido rodeados de tecnología, no les convierte en nativos digitales. Como educadores, debemos enseñarles a comprender su potencial, los peligros que implica y cómo manejarse de forma responsable en el entorno digital. Es esencial que aprendan a utilizar la tecnología de manera crítica, aprovechando sus beneficios sin caer en sus trampas.
¿Cómo pueden los profesores integrar de forma efectiva la tecnología en sus enseñanzas?
La tecnología es un recurso fundamental en la actualidad y debe estar al servicio del aprendizaje. El alumnado necesita aprender a utilizarla de manera efectiva, por lo que es importante integrarla en nuestras metodologías. De esta forma, podemos fomentar el trabajo en equipo o el pensamiento crítico, herramientas clave para su desarrollo.
Ante este contexto tan cambiante por las tecnologías, ¿cómo pueden motivar a los alumnos?
Con la tecnología tenemos medio camino ganado. La labor docente pasa por conectar los intereses de los alumnos con el currículo, y la tecnología puede ser una gran aliada en ese proceso. A través de proyectos y tareas que despierten su curiosidad, podemos hacer que el aprendizaje sea más atractivo y significativo.
Imagino que durante tus años de docencia habrás experimentado alguna que otra anécdota ¿Podrías contarnos alguna experiencia buena y otra mala?
Una anécdota divertida fue cuando una alumna se tragó un diente y pilló una rabieta temiendo que el Ratoncito Pérez no viniera. Tuvimos que hacer un «certificado oficial» para tranquilizarla. En cuanto a las experiencias buenas, me emociona cuando los exalumnos vienen del instituto, me abrazan y agradecen mi trabajo, ahí te das cuenta de que todo cobra sentido. Lo malo es cuando, por más que te esfuerzas, no consigues llegar a un alumno, ya sea por circunstancias externas o porque no tienes las herramientas para ayudarle como quisieras. Eso siempre es difícil de aceptar.
¿Cuáles son las claves para fomentar una buena relación profesor-padre?
A veces, parece que los docentes y los padres somos como rivales naturales, pero en realidad, somos un equipo. La base de una buena relación docente-familia es la comunicación, el respeto y la confianza mutua, entendiendo que ambos trabajamos por el mismo objetivo: lo mejor para sus hijas e hijos.
El libro, editado por Somos B, está ya a la venta en librerías.