Escrito por Mónica
Llevaba tiempo queriendo hacer algún tipo de formación para aprender nociones básicas de primeros auxilios y soporte vital, y al nacer mi hijo esa inquietud fue a más, pero como siempre el señor tiempo no me permitía hacerlo. Opciones hay muchas, pero no acababa de encontrar el momento y el curso idóneo para hacerlo.
Al tener al mini prefería que lo enseñado fuera un poco más específico para niños, ya que tanto el tipo de emergencias como los protocolos de actuación pueden variar un poquito respecto de los adultos. Esta semana, por fin he podido realizar un mini curso de primeros auxilios pediátricos y la experiencia ha sido plenamente satisfactoria.
No me resisto a hablaros un poquito de esto, ya que pienso que es importante que nos concienciemos todos de la utilidad y conveniencia de saber cómo actuar en los primeros minutos de una emergencia, hasta que lleguen o podamos acudir a la atención sanitaria profesional.
Antes de entrar a contaros en qué consisten estos cursos y para qué nos sirven, vamos a preguntar a FormaSOS Aragón (los organizadores del curso que hice), unas poquitas cuestiones para entrar en tema…..
– ¿Por qué es importante que como padres tengamos nociones de primeros auxilios?
– No solo como padres, sino toda persona, debería de tener conocimientos en primeros auxilios, incluso ya desde el colegio. Hoy en día, nadie estamos libres de poder sufrir un accidente, o algo más grave como una parada cardiorrespiratoria, y los primeros minutos son vitales para la posible recuperación de la persona.
El saber cómo inmovilizar un traumatismo, taponar una herida o hacer una RCP hasta la llegada de los servicios sanitarios, garantiza que el enfermo no deteriore su lesión hasta la espera de ayuda, si tiene al lado alguien que le sepa proporcionar los primeros auxilios.
– Para hacer este tipo de cursos, ¿es necesario tener nociones previas o alguna formación específica?
– Para hacer estos cursos no es necesario tener conocimientos previos, es más, estos cursos se orientan a personas sin conocimientos sanitarios.
– Hablando con otras madres sobre este tema, me he encontrado argumentos como que en caso de accidentes graves con los niños mejor no hacer nada, que lo hagan los profesionales. También que, por mucho que sepas, cuando se trate de una persona cercana es probable que te bloquees y no sirva de nada lo aprendido. ¿Esto es así?
– Por su puesto que si no tienes nociones, es mejor no actuar, solo hay solicitar ayuda y estar al lado del herido en todo momento mostrándole en cada momento que no esta solo. Puede ser que en ocasiones por ser un niñ@ o un conocid@ te puedas bloquear, pero en nuestros cursos explicamos la mejor manera de actuar ante estas posibles situaciones.
– ¿Qué directrices básicas tenemos que enseñar a un niño pequeño por si alguna vez tiene que pedir ayuda él solo? Por ejemplo, estamos solos en casa con él y perdemos el conocimiento por una caída.
– El que el niño sepa utilizar el teléfono y llamar a los servicios de emergencia es fundamental, al mismo tiempo que sepa también solicitar ayuda a los vecinos. Pero lo más importante es que desde los centros escolares enseñasen primeros auxilios.
Vista ya la opinión de los expertos vamos ya con el tema.
Cuando tienes un peque, la caja de los temores se destapa. Es cuando comienzas a sentir lo que de verdad es el miedo. Unos más que otros. Lo cierto es que soy una madre bastante paranoica, capaz de visualizar en centésimas de segundo el posible riesgo que entraña cada objeto que hay en una habitación. Me resulta muy fácil imaginarme todo tipo de situaciones problemáticas.
«Quizás mi mujer no sea tan paranoica después de todo…»
Hoy, sin ir más lejos, he avisado al conserje de mi edificio sobre un adorno del patio que estaba suelto, desde hacia unos días y ahí seguía. Es un soporte rectangular de metro y pico de alto, arriba, una bola de madera de unos 25 cm. de diametro, maciza. Suelta. «Por favor, hasta que se arregle quítelo, aunque quede más feo, porque un niño mueve la columna y le cae a la cabeza!»
Con niños de por medio, la primera actuación de primeros auxilios es evitar los peligros. La prevención.
Las causas más frecuentes de accidentes con niños son las caídas, envenenamientos, atragantamientos, quemaduras…
Hay herramientas para evitar en lo máximo de lo posible estos peligros:
Cierres de seguridad en armarios para dejar inaccesibles medicamentos y productos de limpieza, cierres y topes de seguridad en ventanas, vigilar no dejar los mangos de las sartenes sobresaliendo de la encimera, protectores de enchufes, los propios SRI en los coches (y utilizarlos bien), cercar las piscinas, no dejarlos solos en la bañera, etc.
Sin embargo todos sabemos que por mucho que pongamos cuidado y por mucho que intentemos educarlos en la prevención, a veces ésta falla. Para un crío las palabras «no metas el dedo ahí» o «no te lleves eso a la boca» parecen ser mágicas, y no pierden oportunidad, cuando están solos, de experimentar por ellos mismos los porqués. Incluso niños mayorcitos.
Otras veces te fias de los dispositivos de seguridad y no siempre son seguros al 110%, doy fe, el mini consiguió abrir el apiretal con cierre de seguridad y todo. Ese que yo me pego diez minutos hasta que consigo abrirlo.
Otras veces son simples accidentes, inevitables, por eso se llaman accidentes. Y es aquí cuando tenemos que poner en práctica nuestros conocimientos de primeros auxilios.
Heridas.
Desde el leve escorchón (como decimos en Aragón) por una caída de la bici, hasta una mordedura o un tajo enorme hecho con una navaja de explorador. Si tienes niños cerca vas a ver muchas. Sólo tenemos que acordarnos de las veces que nos ha pasado a nosotros de críos.
En estos cursos aprendes los tipos de heridas, cómo valorarlas (según extensión, localización), sus peligros (infección y hemorragia) y a qué debemos dar prioridad.
Para tratarlas, algo de pura lógica y que no siempre recordamos con los nervios del momento es lavarnos las manos antes de comenzar a curar. Otro consejo que me llamó la atención fue el de no retirar objetos de las heridas (sobre todo porque abrimos una puerta a las infecciones). Y no usar nunca en las curas algodón (deja mucho residuo) ni alcohol (es muy agresivo).
También el evitar aplicar betadine y similares, pues tintan la herida y en caso de necesitar que la cura siga en centro médico, puede dificultar la valoración por ejemplo, de su profundidad.
Uno de los aspectos a valorar a la hora de tratar una herida abierta es si hay hemorragia, y sobre todo de qué tipo es: arterial (la más peligrosa), venosa y capilar. Aterial y venosa serán las que presenten riesgo vital. Afortunadamente en pequeños accidentes las que más veremos serán las capilares.
Un dato que no sabía: no hay que hacer torniquetes, no es la forma correcta de tratar una hemorragia y podemos agravar la situación estancando la sangre y acumulando toxinas. Bastará con compresión en la misma herida, y/o en las arterias.
En este punto no quiero extenderme mucho, ya que no soy profesional y podría dar algún dato incorrecto, pero simplemente, como en otros puntos que veremos, quiero dar una idea general de lo que se aprende en estos cursos y la conveniencia de que lo oigamos de primera mano.
Una hemorragia muy típica en niños es la nasal. La actuación recomendada me sorprendió, ya que lo que me hacían a mí en mis tiempos de cole (era muuuuy propensa) es justo lo que no hay que hacer: No hay que echar la cabeza hacia atrás, al revés, dejar salir la sangre inclinando hacia adelante al niño, y presionar el tabique nasal. Cuando vaya parando, tapón de gasa con agua oxigenada, y frío en nuca o frente (vasoconstrictor). No sonar, podemos volver a romper el coágulo que ya se ha hecho. En edades muy tempranas, o si no cesa en media hora, ir al centro médico.
Traumatismos y fracturas.
Apuntes básicos: saber reconocer la fractura y su tipo, ya que de esto dependerá la gravedad. Pueden ser simples (tipo fisura), conminuta (con astillas de hueso dentro de músculo), y abierta (el hueso sale fuera, quizás con hemorragia). Si la hemorragia es visible es lo primero que habrá que tratar.
Si las fracturas son complicadas (conminuta y abiertas) mejor no mover al herido y avisar inmediatamente.
Actuación básica ante una fractura grave:
- no mover
- tranquilizar
- inmovilizar
- comprobar pulsos distales (para evitar que se quede sin riego alguna parte del cuerpo)
- aplicar frío
- Esperar atención sanitaria
Quemaduras.
Como sabemos, son de tres tipos. 1er grado, las más leves. Tipo quemadura de sol. 2º grado, con ampolla. Y 3er grado, con tejiido necrosado, y nervios afectados, la más grave.
Cómo actuar ante las quemaduras leves:
Aplicar en la quemadura agua fría, corriente del grifo durante un rato. Esto calma el dolor y bajas la temperatura, las quemaduras irradian calor. No hay que aplicar hielo directo.
Si la quemadura es muy amplia y es complicado mojarla en el grifo directamente, empapar una sábana y poner por encima.
En las quemaduras es importante evitar la infección, así que si son de segundo grado mejor acudir a centro de salud para que la curen, mientras, taparemos con gasa empapada en agua o en suero fisiológico.
Dato importante: si vamos a usar pomadas, mejor no echarlas directamente en el cuerpo, sino en una gasa
Soporte vital básico y parada cardio respiratoria.
Lo más importante que podemos aprender en estos cursos. Aquí me voy a extender muy poco, sólo contarlo por encima, porque es importante recibir la instrucción de personas formadas y hacer las prácticas con los maniquís.
Sólo con los maniquís veremos detalles fundamentales, como por ej. la presión necesaria, la cantidad de aire que hay que insuflar, etc. También nos corregirán la postura, importante para hacerlo de forma eficaz. Yo había visto mil vídeos de RCP y hasta que no te pones y te enseñan «en directo», no te aclaras del todo.
¿Qué es una parada cardiorespiratoria?
Dicho en modo rápido: el cese de las funciones del corazón y de los pulmones. Puede ser causado por diversas circustancias: ahogamiento, traumatismo, un infarto, etc.
En el caso de los niños y lactantes, salvo enfermedad cardiaca, es más probable que la causa sea respiratoria. Ellos tienen el corazón muy fuerte.
Cuando se paran la función circulatoria y la respiratoria, la vida está comprometida, así como el riesgo de, aún saliendo de la parada, hacerlo con lesiones cerebrales por la falta de oxígeno que le llega.
Ante una parada, el soporte vital básico debería poder y saber realizarlo cualquier persona. En el caso de niños sería ideal que supiesen los familiares, cuidadores, profesores, etc.. El soporte vital avanzado lo harán los servicios sanitarios cuando lleguen, pero los primeros minutos son claves para la evolución.
Especialmente llamativa es la curva de Drinker. En ella vemos cómo a medida que pasan los minutos desde una parada cardio respiratoria, las probabilidades de supervivencia bajan ostensiblemente.
Cada minuto que pasa desde que se inicia la parada disminuyen un 10% las probabilidades de no morir. A los 5 minutos si no se ha actuado, la probabilidad de salvarse baja a un 50 %
En el gráfico que hemos realizado vemos esta curva, así como un resumen rápido de conceptos a recordar, y la llamada «cadena de supervivencia» ideal, los pasos que habría que seguirse para conseguir salvar una vida.
¿Y cómo se hace una RCP básica?
Primero de todo, y como forma de actuar general al ayudar en una emergencia hay que proteger. A la víctima y a nosotros mismos. Es inútil que nos pongamos en peligro pues seremos de nula ayuda y complicaremos la situación para nosotros, la víctima primera y los servicios médicos.
Caso con adultos
1º comprobaremos inconsciencia
2 º pediremos ayuda a más testigos
3 º comprobar si hay o no respiración. No hay que mirar pulso, es díficil incluso para alguien entrenado. Prioridad a respiración.
Maniobra frente-mentón para abrir las vías respiratorias (salvo en lactantes) y nos colocamos en postura oreja sobre nariz-boca, así podremos sentir, oír y ver la respiración (nos ponemos mirando hacia la caja torácica para ver si se mueve)
4º, si respira, pero inconsciente, ponemos a la persona en posición de seguridad (sobre un costado, con la cabeza apoyada en un brazo y pierna flexionada. Una vez más, algo que mejor nos enseñen directamente, leyendo es díficil), Alertamos al 112, y mientras mantendremos abiertas vías y seguiremos comprobando que respira hasta que llegue la ayuda.
4 º En caso de que no respire: Llamar 112. Es importante comprobar si respira antes de llamar para que la evaluación sea más completa y manden la ayuda y medios necesarios para este caso concreto.
5º Comenzar RCP básico, con ciclos de 30 compresiones (en medio del pecho) y 2 insuflaciones boca a boca.
Seguir así dos minutos y volver a comprobar si respira. si no es así, seguir hasta que lleguen.
Esto hay que hacerlo siempre en superficies duras, para hacer la presión adecuada y eficaz.
Niños y lactantes.
En lactantes y niños, cambia un poco el orden. Primero hay que iniciar la RCP básica de rescate, antes d llamar a urgencias, esto si estamos solos (durante unos dos minutos) y reanudar maniobras hasta que lleguen o consiga salir de la parada.
Además, como hemos comentado antes, debido a que las causas más probables de la parada en niños sea respiratoria, antes de las compresiones haremos 5 insuflaciones de rescate.
Las insuflaciones en lactante serán boca a boca-nariz. En niños de más envergadura, serán boca a boca, como los adultos. Las insuflaciones al bebé tiene que ser más cortas, sus pulmones muy pequeños.
Nuevamente la práctica es clave para saber mejor cómo hacerlo.
Las compresiones también varían, la presión necesaria es menor: Lo haremos con dos dedos en lactantes, usando o bien los pulgares (a mí con el maniquí me resultó más sencilla esta forma) o con índice y corazón. En niños pequeños, las haremos con 1 mano. Y si son más grandes, dos manos.
Así pues el protocolo queda así para niños y lactantes:
1º, estimular ante la sospecha de que algo no va bien, para ver si responde o vuelve en sí.
2º comprobar respiración
3 si no respira, 5 insuflaciones de rescate
4 º compresión durante 1 min. Llamar al 112, luego seguimos con este ritmo:
5 insufl + 30 compresiones + 2 insuflaciones + 30 compresiones… hasta 1 min y volver a comprobar.
Seguir hasta que llegue la ayuda.
Obstrucción de las vías aéreas por cuerpo extraño.
Otra emergencia que no es nada rara con niños. Esto en casos extremos puede llevar también a parada.
La obstrucción puede ser parcial o simple y completa
Cuando sea parcial los síntomas son sensación de ahogo, pero aún con dificultad, se puede hablar y toser.
En la completa no se puede hablar, no tos, nos comenzamos a poner morados. Evidentemente, la más peligrosa.
Si es parcial lo único que hay que hacer es animar a toser e inclinar un poco hacia delante. Cuidando de que esta obstrucción parcial no pase a completa. Si no se pasa en 10 min, acudir al centro médico.
Si es completa pero está consciente: inclinar hacia delante, y dar cinco golpes en la espalda, entre las paletillas, con el talón de la mano, con movimiento ascendente. Tras esto, haremos 5 veces la maniobra de heimlich.
Esta maniobra no es demasiado complicada, pero tiene su técnica, para no meter la pata, os dejo link a un vídeo donde podréis ver cómo se realiza correctamente. Pero insisto, mejor que os enseñen «en directo».
Si después de todo esto sale el cuerpo, ya está, sino sale se puede llegar a parada, y en ese caso seguimos el protocolo de reanimación normal y llamamos 112
Obstrucción en lactantes.
– Si es parcial, le colocamos bocabajo (ver imagen) sobre nuestro brazo para que pueda toser o vomitar, favoreciendo la gravedad.
Si no consigue echar el cuerpo extraño, comprobar si vemos el objeto, si no, lo volvemos a poner bocabajo y al hospital siguiendo comprobando que no pase a completa.
– Si es completa. Lo ponemos igualmente bocabajo y damos cinco golpes en la espalda en esta postura.
5 insuflaciones de rescate, y seguimos con 30 compr + 2 insuflaciones…
Si rompe a llorar es que ha pasado a parcial o se ha liberado del todo, en este caso siempre siempre comprobar que el cuerpo extraño ha salido, si no lo vemos aunque ya parezca que todo ha pasado, acudir a centro médico donde verán si ha pasado al pulmón o sigue en la tráquea.
Y hasta aquí lo básico, lo que deberíamos saber todos, sin excepción. E incluso los niños, enseñándoles desde pequeños cómo actuar.
Porque podemos salvar la vida de alguien, y porque alguien puede salvar la nuestra.
Yo este curso lo hice a través de Formasos Aragón, una empresa con instructores de primeros auxilios, soporte vital básico y desfibrilación del Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar, con experiencia en formación, así como en urgencias. Se dirigen a población en general, así como a empresas, centros educativos…
Este curso en concreto me costó 35 euros. Un precio más que aceptable respecto al contenido aprendido. Y duró 4 horas.
También organizan cursos otras empresas e instituciones, como la Cruz Roja, por ejemplo. Hay distintos niveles, duración, depende a quién vayan dirigiodos… Algunos son con titulación homologada, para quien necesite una certificación, por ejemplo no es mala idea para profesores.
En todo el país se puede hacer cursos y talleres similares, accesibles a todo el mundo. Es bueno informarse de las distintas opciones que podemos encontrar en nuestras comunidades autónomas y ciudades.
También podemos informarnos más sobre el tema en webs como estas:
Beatriz Menéndez
18 noviembre
Un post muy completo y muy útil, me lo dejo en favoritos, porque me parece interesante tenerlo siempre a mano.
Ana
14 junio
No encuentro ningun curso en Zaragoza de rcp para piscinas ,En cuanto prevención con niños.
Alguien sabe de algún curso ?
Monica
14 junio
Hola Ana, has mirado en el link del post? suelen hacer periódicamente. También suelen tener en cruz roja. En la agenda siempre que nos enteramos de alguno lo metemos. Voy a preguntar si hay alguno inminente y te decimos