El Iceberg del Bullying contra la violencia escolar

Este grupo de madres nos cuentan la labor que hacen y denuncian la situación que sufren muchas personas víctimas de violencia escolar

Gord@, fe@, tont@, maricón, lesbiana… y pongo puntos suspensivos porque así podría seguir hasta escribir cientos y cientos de líneas. Y es que esto se ha convertido en el día a día para muchos niños, donde muchas veces estos insultos son lo más suave que les pasa. Señoras y señores, esto se conoce como bullying, aunque más bien se podría traducir como una pesadilla.

Este concepto hace referencia al comportamiento agresivo e intencional entre personas con la finalidad de ejercer poder sobre otra. Para ello, se valen de amenazas físicas, verbales, sociales o a través de Internet de manera continuada, lo que desencadena una serie de efectos negativos en las víctimas que, en ocasiones, provoca incluso el suicidio.

Por ello, es evidente que el acoso escolar es un problema de gran importancia en nuestro país, de hecho, en el año 2023 se contabilizaron un total de 220.000 niños víctimas de acoso escolar y 74.000 acosadores de 9 a 15 años. No hace falta hacer nada, simplemente basta para que pongan el foco en ti y que no te dejen en paz ni un día de la semana.

Ante ello, cada vez son más las personas que tratan de luchar contra este acoso y violencia. De hecho, muchos de ellos con un objetivo común y que quieren poner fin a estas injusticias que se cometen se han unido.

Y es aquí donde surge el Iceberg del Bullying, un grupo de madres que se conocieron a través de redes sociales y que tienen algo en común: “Somos madres que hemos pasado por la violencia institucional que sufrimos las familias que pedimos ayuda para nuestros hijos que sufren violencia escolar”, explican.

Todos ellos aportan su granito de arena para ayudar a padres e hijos en esta situación, denunciando la realidad. Por ello, la labor a la que se han comprometido y en la que trabajan tiene que ver con el acompañamiento: “Somos familias acompañando familias que necesitan ayuda para sus hijos que sufren violencia escolar”, afirman.

Esta es la forma de la que se valen para ayudar a todas personas que sufren violencia escolar, ya que como explica El Iceberg del Bullying “no hay una fórmula mágica. Al principio intentamos buscarla, pero para solucionar cada caso no queda otra que hacer un plan individualizado y acompañar”.

Unas acciones que a veces permiten resolver la situación y otras veces, por desgracia, no. Tal es el caso de una chica de segundo de ESO en un pequeño pueblo con un solo instituto: “Ella sufre violencia escolar que se extiende al día a día en el pueblo. No puede cambiar de instituto y no pueden irse porque cuidan a su abuela. El instituto no hace reeducación, hemos dado los pasos correctos que frenan la violencia, pero no es suficiente. Además, cuando aprieta la familia, en lugar de ponerse las pilas, amenazan a la madre, culpan a la niña o incluso nos amenazan a nosotras. No queda otra que apoyar a la familia, dar herramientas a la chica y picar piedra con el colegio”, comentan.

Aunque también hay casos exitosos, como uno de un Instituto de Andalucía. En este caso fueron a tres chicas y los tres casos fueron al mismo tiempo. “Tuvimos que tener tres semanas a las chicas en casa sin ir al centro hasta conseguir medidas de protección que no revictimizaran a las chicas pero que las protegieran. La directora se resistió con todas sus fuerzas, pero al final conseguimos parar la violencia. Se produjeron expulsiones definitivas, las medidas de protección beneficiaban a las víctimas y no tuvieron que cambiar de colegio”, afirman.

Cada batalla ganada es una nueva alegría, ya que las consecuencias para las víctimas son muy duras. Además, a muchas de ellas les cuesta contarlo: “Los niños aprenden de muy pequeños que los adultos no quieren escuchar. No se establecen canales para saber, que sería muy fácil, pero no se hace. Los padres podemos decir misa, los niños pasan muchas horas en el colegio y saben que no se les va a ayudar, ya que no está bien visto pedir ayuda”, explican.

Aunque estas consecuencias no son solo para las víctimas, sino también para las personas de su alrededor, que también sufren y que no se tienen en cuenta: “Imagina si no se hace nada por la víctima ni por el acosador, las personas de alrededor ni te cuento. Los espectadores también sufren consecuencias importantes, pero de eso no se habla”, añaden.

Desde el Iceberg del Bullying exigen que “de la misma forma que los gobiernos toman medidas para que paguemos impuestos, cumplamos las normas de tráfico y no robemos, las tomen para la violencia escolar”. Además, insisten en no hablar de bullying, sino de violencia: “El bullying no contempla muchas de las violencias que sufren nuestros hijos en los colegios”, sentencian.