Ya ha empezado el curso escolar y además de las alegrías del reencuentro también vienen las tareas para todos: padres, madres y peques. Con los días comenzaremos ya a meternos de lleno en las rutinas del otoño y llenaremos la agenda con miles de planes escolares.

Estas primeras son unas semanas en la que la ilusión por estrenar todo el material hace mucho más emocionante el comienzo.

Libros, mochilas con o sin ruedas, las agendas, los portabocatas… y para algunos peques, también es época de renovar sus gafas. Para empezar el curso estrenando y con la graduación adecuada para superarlo con éxito y sumar un curso más y mil aprendizajes.

Hay muchas opciones para hacernos con unas gafas chulas que a los peques (y adolescentes) les apetezca llevar. En Zaragoza por ejemplo, hace muy poquito abrió sus puertas Miller &Marc . Y allí, como en otras tiendas podemos seleccionar unas monturas a la moda y unas lentes adecuadas a nuestros ojos.

Y si tu peque no lleva gafas, pero sospechas desde hace tiempo que podría necesitarlas, ¿ quieres saber cómo averiguarlo antes de llevarle a revisar la vista?

Hay algunas pistas que nos pueden dar la clave de si el peque no ve bien. Cuando son muy chiquitines no es fácil saberlo, porque en sus primeros años no hablan (claro) y luego, quizás no sepan expresar que no ven bien o que tienen molestias.

Para peques menores de 2 años sobre todo miraremos que manipule de forma correcta los jueguetes, o nos fijaremos en cómo evita los obstáculos, si se tropieza mucho, si reconoce a la gente a distancia… También puede ser un síntoma de mala visión el que se froten mucho los ojitos o que tengan mucha sensibilidad a la luz intensa.

Después de los 3 años ya se les vigila la vista en las revisiones del niño sano, en el pediatra. Como aún no leen, se las hacen a través de un panel de figuras.

A partir de los 5 años ya es más sencillo. Pero muchas veces es en el cole donde se detecta si hay algún problema de visión. Que se quejen de dolor de cabeza o que comenten que no ven bien la pizarra nos da ya muchas pistas. También si vemos que se pone muy cerca de la tele, acerca mucho la tableta a su cara o cuando lee libros vemos que se los pega demasiado al rostro.

Un diagnóstico que nos confirmará el pediatra. Que un peque lleve gafas puede ser por varios motivos, además de la miopía o hipermetropía, las gafas, también sirven para corregir el estrabismo o los casos de ojo vago.

Casi todos los peques llevan a gusto sus gafas, pero para asegurarnos, es importante que participen en la elección de la montura. Ésta tiene que ser resistente y flexible, pero también chula y al gusto de los peques.

Y para los que lleven gafas y para los que no, una tarea imprescindible para estos meses escolares es cuidar nuestros ojos.

Una postura correcta frente al ordenador, que los menos peques empiezan ya a usar mucho para sus deberes, garantizará una correcta salud visual.

La pantalla ha de estar un poco más abajo que nuestros ojos, formando un ángulo de 30º. La distantcia, entre unos 50 cm y 70 cm.

Las pantallas tienen que tener buena resolución y hay que ajustar bien el contraste para no fatigar tanto la vista.

Además, sobre todo para los adolescentes o para nosotros, si estamos más cómodos, podemos comprar gafas con filtro de luz azul que filtran la luz azul que tanto molesta y que emiten las pantallas.

Las gafas con el filtro descansan bastante la vista. Y se nota cuando estudias o trabajas mucho tiempo frente a un ordenador.

Además, importante, tanto para tablets, ordenadores y móviles: Si hacen los deberes con ellos y además juegan, hay que inculcarles que deben hacer pausas para que sus ojos (y músculos) descansen. Lo recomendado es 15 minutos cada dos horas. Aprovecharemos estos ratos para hacer otra cosa lejos de pantallas.

También es vital que a lo largo del día vayan mirando a diferentes distancias. Seguro que fuiste más consciente en la pandemia de lo importante de que el ojo enfoque a lo largo del día a diferentes distancias. El confinamiento, viviendo entre paredes y no siempre con ventanas que daban a exteriores amplios se tradujo en mucho tiempo sin mirar bien a lo lejos. Y esto pasó factura a los ojos de muchos.

Nuestros ojos y los de nuestros peques merecen muchos mimos para seguir estando en forma.