Guía para elegir juguetes seguros estas Navidades protegiendo la salud auditiva de los más pequeños
La Navidad es una época mágica para los niños, llena de ilusión, regalos y juegos en familia. Sin embargo, al elegir los juguetes, solemos centrarnos en lo que es más divertido o educativo, dejando de lado un aspecto clave: la salud auditiva de los más pequeños. Que la familia se queje por el ruido de estos juguetes navideños es algo habitual, pero quizá debemos valorar otras opciones, ya que muchos expertos coinciden en señalar que los juguetes ruidosos pueden causar daños importantes en la audición de los niños.
Desde Audika, compañía experta en la salud auditiva, nos ofrecen una serie de recomendaciones para proteger los oídos de los más pequeños mientras disfrutan al máximo de los juguetes, ya que muchos de los juguetes que se compran en estas fechas pueden dañar de manera irreversible la audición en niños en caso de superar los 85 decibelios (dB). La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa en 65 dB el umbral a partir del cual se puede producir deterioro auditivo. Muchos juguetes ruidosos, como instrumentos musicales electrónicos o muñecos interactivos superan este límite. Por ejemplo, las escopetas de cartucho pueden llegar a los 125 db, un nivel de ruido que es comparable con el de una moto o una sirena de ambulancia.
¿Por qué es importante cuidar la salud auditiva desde la infancia?
Los oídos de los niños son especialmente sensibles, y una exposición prolongada a sonidos fuertes puede causar daños irreversibles en su audición.
Otro factor a tener en cuenta es el tiempo de exposición al ruido. Para un juguete que emita 88 dB, se recomienda que el niño no pase más de 4 horas jugando con él, y si alcanza los 91 dB, el tiempo máximo de exposición será de dos horas.
Los oídos de los más pequeños son particularmente susceptibles al daño auditivo, ya que su oído interno contiene unas células muy delicadas que permiten que el cerebro detecte el sonido, y que si se dañan no vuelven a crecer, lo que puede provocar pérdida auditiva. Además, a los niños les gusta acercarse los juguetes a las orejas mientras juegan. En estos casos, la normativa europea aconseja estos juguetes no deben superar los 60-75 decibelios, y los que son usados en la mano, más alejados de los oídos, no pueden superar los 80db.
También, hay que tener en cuenta que la pérdida de audición por ruido es acumulativa, por lo que desde edades tempranas hay que cuidar la salud auditiva. Si el niño se acostumbra al ruido y lo hace parte de su vida, cuando llegue a la adolescencia es probable que escuche la música a todo volumen perjudicando su audición y pudiendo causar lesiones auditivas irreversibles cuando sea adulto. La pérdida de audición por ruido no tiene efectos inmediatos, porque se acumula a lo largo de los años, pero las consecuencias son irreversibles.
Todo esto hace que sea muy importante verificar los niveles de ruido de los juguetes antes de comprarlos además de enseñarle buenos hábitos auditivos desde pequeños para evitar que puedan producirse problemas conductuales, alteraciones del sueño o déficit de atención Además, la audición está directamente ligada al desarrollo del lenguaje y el aprendizaje. Los niños con problemas auditivos no detectados o no tratados pueden experimentar retrasos en el habla, dificultades en la lectura y problemas para relacionarse con sus compañeros. Detectar y prevenir estos problemas desde la infancia es clave para su desarrollo.
¿Qué juguete elegir estas navidades?
Desde Audika recomiendan aquellos juguetes y juegos en los que se pueda bajar el sonido, poner a un nivel aceptable y no dañino y enseñar a los niños a mantenerlos en ese nivel. Además, ofrecen cinco consejos fundamentales a la hora de comprar los juguetes estas Navidades:
- Buscar juguetes con certificación de seguridad acústica. Hay que revisar los productos y leer todas las indicaciones para asegurar que los ruidos que emiten son inferiores a 80 decibelios y cumplen con las normas de Conformidad de la Unión Europea.
- Educar a los niños en un uso correcto de los juguetes, evitando que se los acerquen a los oídos y adecuados a su edad.
- Es preferible elegir juguetes con controles de volumen regulables o interruptores de encendido y apagado, o incluso si se puede, optar por juguetes sin sonido, una opción saludable para preservar la audición sin comprometer la diversión.
- Se recomienda que el tiempo de exposición sea menor a las ocho horas en caso de juguetes de hasta 80 decibelios. Si tienen una mayor intensidad de ruido y no es posible limitar o controlar el volumen, es recomendable utilizar algún protector sobre los altavoces para reducir el sonido, colocando por ejemplo una cinta de esparadrapo sobre el altavoz.
- Probar antes de comprar: si el sonido es muy fuerte para el adulto, evidentemente también lo será para el niño. Para saber si la intensidad de un ruido es elevada, se recomienda usar un sonómetro o calcularlo en casa a través de diferentes aplicaciones móviles fáciles de utilizar.
En palabras de Aina Bastús Juanola, audioprotesista, logopeda y responsable pediátrica de Audika Kids España, «cuidar la audición desde la infancia es fundamental para garantizar una buena salud auditiva a lo largo de toda la vida. En Audika, estamos comprometidos con la prevención y el cuidado auditivo. Si los padres tienen dudas o sospechan acerca de una posible pérdida auditiva en sus hijos, les recomendamos realizar una revisión auditiva con un especialista».