Escrito por María.

Enseñar del verbo “insignare” significa algo así como “mostrar u orientar hacia el camino a seguir” y si vamos a un significado más actual, significa “comunicar conocimientos, habilidades, ideas o experiencias a una persona que no las tiene con el fin de que haga uso de ellas”.

Hay un montón de cosas escritas y debatidas sobre el fin de la enseñanza en general pero para mi, profesora, alumna y madre de alumnos, esta última definición da bastante en el clavo. Ahora bien, ¿qué tiene que ver esta definición con la cantidad de dinero que se tienen que gastar los padres en la educación de sus hijos? No tiene nada que ver.

No me entendáis mal, mi sueldo, el de todos los docentes, las mejoras tecnológicas, las excursiones, las libretas, las pinturas, los bolis, etc. Todo eso requiere una inversión y ayuda y mejora el proceso enseñanza-aprendizaje. Por supuesto. Lo que no es necesario es cambiar de libros cada año y que los lápices que utilizan los alumnos sean de una marca determinada.

No pretendo estrenarme en el blog como una revolucionaria o una quejica aburrida, pero como estamos en fechas, me gustaría hacer referencia a esto que tanto importa a muchos padres y madres y que tanto influye en el presupuesto del mes de septiembre.

Con tanto lío de dineros, modas, política y papeleos, se desdibuja un poco el verdadero fin de llevar a nuestros niños al colegio.

¡Feliz inicio de curso escolar!