Tanto si vivimos en Zaragoza como si estamos de turismo, uno de los planes obligados es la visita al Parque del Agua. Un parque singular que nos ofrece, además de aire libre y naturaleza al lado de la ciudad, varias actividades lúdicas que encantan a los peques (y a nosotros).

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El Parque del Agua es uno de los parques más grandes de España. La entrada es libre y no cierra nunca sus puertas, siendo una alternativa de ocio muy recomendable para cualquier momento del día. Para los que no sois de Zaragoza contaros brevemente la historia de este parque:

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fue construido en el año 2008, con motivo de la Exposición internacional que hubo en Zaragoza (Expo2008). El tema central de la Expo era el agua y así se concibió el parque. Un entorno cercano a la expo y al río Ebro.

Ha recibido premios nacionales e internacionales como el de la Asociación Americana de Parques y Jardines ‘National Parks Alliance’ que lo eligió como Front line Park en abril de 2015 por acciones de sotenibilidad, y siendo el primer parque extranjero elegido. También recibió el Green Flag Award’, un reconocimiento a la gestión total de zonas verdes.

El parque es enorme, hay más de 2 km si lo recorremos de punta a punta. En él además de pasear tenemos actividades como el minigolf, la hípica (de la que ya os hablamos en este post), la zona infantil de columpios, los huertos, etc.

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Hoy os vamos a contar en detalle una tarde que pasamos allí, os puede servir para planificar una visita bien completa. Incluye actividades varias: el tren chuchú, un paseo en barca, otro en bici y acabaremos tomando algo en una terraza. Es apta para cualquier edad.

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Para disfrutar de este plan tenemos que dirigirnos al Embarcadero. El camino más corto es entrando por el parking cercano a la Torre del Agua (foto de arriba).

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En esta zona tenemos un gimnasio al aire libre para adultos (aunque los peques se vuelven locos probando los aparatos, ojo cuidao y con supervisión) y la zona del Embarcadero, con un bar con terraza con sol y sombra. El Embarcadero es además una de las paradas del tren chuchú, uno de los que tiene la ciudad de Zaragoza.

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Nosotros llegamos a primera hora de la tarde y tuvimos la suerte de contar con la guía de Antonio Cuenca, responsable de Ocio Parque del Agua, que nos mostró todas las posibilidades de ocio aquí y nos hizo un paseo guiado.

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EL tren tiene tres paradas en el recorrido. Podemos cogerlo en cualquiera de esos puntos. El recorrido completo son unos 45 minutos y podremos ver una gran zona del Parque y también recorre la Expo. Las paradas son en las Playas, en el Acuario y en la Hípica. Funciona todos los días salvo los lunes. Tenéis los horarios actualizados en nuestra agenda (click)

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Está activo desde primavera a principios del otoño. El calendario definitivo depende un poco de la climatología de cada año. El recorrido es muy ameno y a los peques el tema tren les chifla. La conductora del tren, Yolanda, es muy simpática y está muy pendiente del recorrido y los peques que se van cruzando.

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El precio, muy asequible, 4 € y los peques menores de 5 años, si van acompañados de un adulto con ticket es gratuito. Además si conseguís juntaros unos cuantos, lo que no es raro si  vamos varias familias, son 3€ por persona para grupos de más de 12 pasajeros.

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Pasando por el Alma del Ebro y el Palacio de Congresos

El tren pasa ( y tiene parada) en las Playas del Parque del AGUA

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Una vez disfrutado el paseo en tren podemos seguir con las actividades. En el Embarcadero podemos alquilar bicis y dar un paseo en familia. Hay disponibles de todos los tamaños para adultos y niños y también bicis con ruedines para quienes aún no se han lanzado.

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Es una buena opción aunque tengamos bici propia si no queremos llevarla hasta aquí o si surgen las ganas de un paseo estando aquí ya. Además también alquilan sillas de niño para los bebés y los más peques. Ya no hay excusa para que demos un paseito y movamos las piernas (y el corazón).

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El precio del alquiler (que puede ser de 30 minutos o de hora) es desde 3 €. Las bicis llevan muy buen mantenimiento y son nuevas.

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Ir en bici por el parque es muy agradable y no hay peligro, se puede hacer con niños que ya sean muy diestros en el manejo o con peques que estén empezando. Apenas hay cuestas y es un espacio libre de coches.

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Y si tenéis más tiempo, aún podemos hacer más cosas aquí. Mis peques estaban ansiosos por hacer piragüismo, aunque al decirles que se mojarían un poco prefirieron probar la barca y dejar los kayaks para otro día. El pequeño también quería montar en uno de los cisnes, pero como íbamos 4 contando con el abuelo al final ganó la opción barca.

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Así pues podemos alquilar 3 tipos de embarcaciones. Las barcas, que son las que cogimos nosotros, son como las que hay en el madrileño parque del Retiro. Barcas de remos con las que navegar por el canal de aguas tranquilas, pero por los canales más anchos. Son relativamente fáciles de llevar aunque nos costó un poco cogerle el tranquillo. La otra opción son los divertidos Kayaks, muy adecuado si vamos con prole más mayor, van a poder llevarlas ellos solos y pueden recorrer más zonas del canal de aguas tranquilas (una buena idea para un cumpleaños de preadolescentes por ejemplo). Se pueden reservar por espacio de una hora. Son para una o dos personas. También caben dos adultos y un niño pequeño.

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La tercera opción, los cisnes. Son muy bonitos y caben hasta 4 adultos. Pero ojo, que hay que pedalear. Son como los patines de la playa pero con forma de cisne. Recomendado ir al menos dos adultos o un peque que ya sea mayor. Duración, una hora.

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Las barcas de remos las podemos alquilar por media hora. Puede parecer poco pero el trabajo con los remos es importante y acabas un poco cansado si no tienes mucha práctica (o pasas poco por el gimnasio).

Por supuesto el paseo es seguro y además incluye un chaleco salvavidas para grandes y peques.

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El paseo les gustó muchísimo, y acabamos remando los 4 (aunque ellos avanzaron más bien poco), el abuelo fue el que más se lo curró, que yo tenía que hacer fotos. Aunque como veis en la foto de arriba el pequeño me cogió la cámara para que yo pudiera remar un rato.

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Y después del (divertido) esfuerzo, un granizado para los peques en el bar y un refresco para nosotros. A la sombrita y viendo el paisaje, los cisnes y los patos. La verdad es que es un rincón muy chulo y se está muy bien a última hora de la tarde en verano.

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Como veis, todo un planazo para una tarde de verano. Muy recomendable y para repetir. Los peques lo van a pasar muy bien al aire libre y disfrutando de este espacio.  Es un buen plan de ocio tanto si vamos con bebés como con niños de preescolar o más mayorcitos. Así que si buscáis ideas para divertiros este verano, apuntadlo en agenda

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