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APATAZ. «Lo difícil no es comer»

Muchas veces no somos conscientes de la presión a la que están sometidos los niños y jóvenes hoy en día. Sacar las mejores notas, ser los más guapos y guapas, los más populares, los más deportistas, tener el mejor cuerpo… Todo esto acaba suponiendo una carga que llevan a sus espaldas durante la adolescencia, y que en algunos de los casos termina convirtiéndose en una realidad insoportable.

Controlar ciertos comentarios desagradables y determinadas actitudes no siempre es algo fácil de gestionar, requiere tiempo, autoestima, y un proceso de aprendizaje que no nos enseñan ni en la escuela ni en ninguna otra parte.

APATAZ es una Asociación de Pacientes de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Un grupo de jóvenes pacientes de TCA, en distintos puntos de su tratamiento, decidieron juntarse para ayudar a todos los que no sepan cómo pedir ayuda o necesiten a alguien que les tienda su mano para superar estas enfermedades relacionadas con la alimentación.

Hablamos con Lucía Simón, presidenta de APATAZ. Lucía, como el resto de pacientes que conforman la asociación, lleva a cabo una importante y necesaria labor social en la que ayudan, aconsejan y contribuyen a que otras personas que sufren un TCA consigan la mejor ayuda posible y el apoyo necesario para tratar y superar esta enfermedad.

apataz

«Lo difícil no es comer». Este es el lema de la asociación, que pretende mostrar también que la dificultad que supone sufrir un TCA no es únicamente la comida, sino que existe también un factor social y psicológico que requiere atención y que, muchas veces, ni entendemos ni conocemos. Con ello, también quieren darle a este problema la visibilidad e importancia que en ocasiones le restamos, y el desconocimiento que gira en torno a él para muchos familiares, amigos e incluso para los propios afectados.

En primer lugar Lucía, ¿cómo nace esta iniciativa?

La asociación APATAZ es fundada por un grupo de pacientes a raíz de ver la desinformación que existe en la sociedad, por un lado. Y por otro, para reivindicar la falta de recursos disponibles en Aragón para tratar esta enfermedad.

¿Cuál es exactamente vuestra labor en la sociedad?

Nuestra labor social está orientada hacia informar y concienciar sobre los TCA. Damos nuestro punto de vista desde la posición de pacientes e intentamos ayudar a todo aquel que contacte con nosotras, dejando claro que no somos profesionales. Así, lo que pretendemos es que esas personas se sientan comprendidas y acompañadas.

¿Cuánto tiempo lleváis con ello?

La idea de formar esta asociación nace a mediados del 2018. En Noviembre de ese mismo año nos pusimos en ello y creamos nuestra cuenta de Instagram, que es nuestra mayor plataforma de comunicación, y pocos meses más tarde, somos oficialmente Asociación.

¿Cuál es tu función en la asociación? ¿Y la del resto?

Actualmente la asociación la llevamos entre 8 personas. Nos repartimos las tareas de manera muy similar, independientemente del cargo que ocupemos. Mientras unas se encargan de las redes, otras están más focalizadas en las charlas, en llevar un proyecto concreto que tengamos en marcha, etc.

¿Cómo os repartís las tareas?

Al ser pacientes tenemos mucho cuidado en cómo elegir quien se hace cargo de determinadas funciones. Por ejemplo, de dar un entrevista o una charla nos encargamos las pacientes que nos encontramos en un punto muy avanzado del tratamiento, mientras que otra chica que lleve poquito se dedique, por ejemplo, a organizarlas. Todo lo que hacemos esta puesto en común para que así todas nos sintamos parte de esto.

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¿A qué público os queréis dirigir?

Nos dirigimos a todo tipo de público. Es verdad que los TCA afectan, por ejemplo, en mayor parte a mujeres que a hombres, o a determinadas edades. Sin embargo, esto no es excluyente, por lo que nuestra labor llega a cualquier persona que le podamos servir de ayuda. Y por supuesto, no solo nos dirigimos a otros pacientes o a quien sufra de esta enfermedad, sino también a la sociedad para concienciar sobre su importancia y romper los estereotipos que se han ido creando sobre ella.

¿Cómo se ponen en contacto con la asociación y cuánta gente aproximadamente busca vuestra ayuda?

Como he nombrado antes, nuestra plataforma principal de comunicación es
Instagram. Ahí colgamos publicaciones que nos parecen útiles o que puedan servir de ayuda a quien lo necesite. Por esta misma red social es por la que se ponen en contacto con nosotras. También por correo electrónico.

¿Con qué frecuencia?

Cuando las condiciones nos lo permitían hemos realizado también mesas
informativas en Plaza España, avisábamos a nuestros «seguidores» por las redes sociales y sin duda era uno de los días donde más gente se acercaba a conocernos, a contarnos su historia, a pedirnos ayuda o simplemente a mostrar su apoyo.

¿Qué aportáis a los usuarios que contactan con APATAZ?

Creo que lo más importante es la compañía y la comprensión. Hacerles ver que no están solos. Hace poquito que se está empezando a hablar de qué es realmente un TCA, en qué te afecta, etc. Por eso considero que en lo que más estamos ayudando, y así nos lo hacen saber, es en hablar de lo que realmente ocurre. Compartir nuestra experiencia para que esas personas vean que hay más gente en su situación, que lo que les pasa tiene un nombre y que hay que ponerse a tratarlo.

¿Soléis conseguir vuestros objetivos? Cuéntanos un poco a qué problemas os enfrentáis.

En general estamos muy contentas con todo lo que estamos consiguiendo, cada vez llegamos a más personas y recibimos un feed-back muy bueno.

Lo único negativo es que para realizar muchos de nuestros proyectos necesitamos tener liquidez, sin embargo para obtenerla vendemos pulseras y chapas que hemos creado nosotras mismas y también, al menos antes de la Covid, hemos estado en mercadillos de segunda mano vendiendo cosas nuestras o que la gente nos ha donado.

Con la situación actual hemos perdido estas oportunidades y es nuestro problema principal. Además, en consecuencia, ya no tenemos la oportunidad de conocer de manera más directa a la gente.

Photo by Khamkhor

¿Qué actividades desarrolláis?

En redes sociales desarrollamos una labor de comunicación a través de nuestras publicaciones o con el contacto vía mensaje directo. Respecto a las publicaciones, por ejemplo, en Navidades compartimos un «calendario de adviento» donde cada día subíamos algo diferente, como un podcast que nos pareciera útil, un libro que nos hubiera ayudado en algún momento de nuestro proceso o incluso creamos un audio que sirviera como técnica de relajación.

Cuando la situación nos lo permitía realizábamos, ya no solo mesas informativas en la calle, sino también charlas en colegios, lo que nos parece muy importante para concienciar de la importancia de esta enfermedad desde determinadas edades. También hemos hecho entrevistas para Aragón TV. Y estamos encantadas de que nos ofrecen oportunidades así para darnos visibilidad.

¿A qué cambios aspiráis en la sociedad a través de APATAZ?

Nuestro objetivo es ayudar a quien lo necesite a, sobre todo, tomar la decisión de pedir ayuda profesional. Y con respecto a la sociedad, a que entiendan lo que es realmente un TCA, que se rompan los prejuicios para que cada vez más gente que lo sufre pueda compartir, sin vergüenza, lo que le está ocurriendo.

Cuéntanos algo que pueda ayudar a los padres que no sepan qué hacer o jóvenes que tengan miedo de buscar ayuda, ¿qué les dirías a ellos?

Aun hoy en día, a nosotras también nos resulta difícil ya que, al fin y al cabo, somos conscientes de los prejuicios que existen sobre esta enfermedad, pero entendemos que esta es la manera de que todo el mundo entienda que no hay que sentirse avergonzado, que no es tu culpa y que no lo has elegido tú.

Si un familiar, amigo, amiga, o incluso tu pareja te contara que
sufre de alguna enfermedad física, ya sea un cáncer, una enfermedad ósea o respiratoria, ¿en algún momento te plantearías pensar, o incluso decir, que él/ella decidió tener ese problema? ¿O que no necesita ir a ningún
médico? ¿O que «ya se le pasará la tontería»? Creo firmemente que no, y es lo que tendría que ocurrir con esto.

Este es el mensaje que más lanzamos desde APATAZ, que un TCA es una enfermedad mental, no es un capricho, y hay que tratarlo.

¡Pide ayuda!

Puedes ponerte en contacto con la asociación a través de su cuenta de Instagram (@apatazasociacion) o por correo electrónico lodificilnoescomer@gmail.com


Carlota Lapeña, periodista.

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