No sé vosotros, pero yo de pequeña el tema peluquería de muñecas lo ignoraba totalmente. Al contrario que mis amigas, que disfrutaban peinando muñecas, haciéndoles maravillosos recogidos o hasta tiñéndoles con rotuladores de colorines.
Yo como mucho les recortaba las melenas. No entendía demasiado el que pasaran tanto rato desenredando pelo falso larguísimo. Lo complicado que era eso. Quizás se debía a que casi siempre llevé el pelo largo y el momento desenredado siempre fue un suplicio por lo que no quería saber nada de peluquerías de barbies ni de las de verdad. Por muy divertido que fuera hacerles un estilo bob y privarles de sus cabelleras tan largas.
De adulta me ha pasado mucho tiempo lo mismo. Siguiendo llevando el pelo bastante largo acababa muchas veces con coleta para no enredarlo mucho y luego sufrir el rato del peinado. Sin embargo para llevar el pelo bonito hay que cepillar y desenredar bien y a menudo. El momento cepillado es clave para mantener el cabello oxigenado y sano. También luce mucho más brillante y flexible.
Por otra parte, cuando conté a mi peluquera que siempre dormía con coleta para evitar enredones puso el grito en el cielo.
Me recomendó no hacerlo nunca, ya que el pelo sufre y se rompe. Además irrita el cuero cabelludo porque la tensión constante de la coleta altera la circulación normal. Lo que sí que me recomendó para no sufrir tanto fue que me comprara un buen cepillo y que usara producto específico para peinar con cuidado y deshacer los nudos sin sufrir.
Luego he tenido peques y mi amor por los pelos largos ha seguido, así que tanto el niño como la niña han llevado y siguen llevando pelo largo.
El niño hubiera pensado siempre que teniendo un chico sería más fácil peinar, pero no. Aunque el pelo semilargo pueda parecer que se enreda menos, con lo que se mueven y se tocan el pelo constantemente, acaban con nudos que luego no dejan quitar. Y eso que tiene el pelo muy finito.
La niña es otra historia porque sí lleva pelos muy largos y el rato de desenredar se complica cuando nos hemos olvidado el cepillo «bueno» y es un verdadero suplicio para todos. Especialmente si hemos ido a la piscina, tras quitar el gorro de baño. Ese invento tan higiénico, pero tan terrorífico para el cabello.
Para desenredos fáciles lo mejor es tener, como ya hemos dicho, un cepillo desenredante. Hay bastante variedad de formatos, tenemos que ver cuál se adapta mejor a nuestras necesidades.
Los cepillos desenredantes facilitan el peinado y pulen el pelo sin romperlo. Además al ser específicos están pensados para cogerlos de forma ergnómica y peinar con mayor comodidad y eficiencia.
Otro punto clave, que una vez que pruebas ya no puedes vivir sin él es un producto específico desenredante del pelo. Hay formatos spray que son los más cómodos y simplemente se aplican en el cabello húmedo después de lavarlo y a peinar. Empieza siempre de abajo hacia arriba, fijaos en cómo lo hacen en los salones de peluquería, y poco a poco, también usando el cepillo especial consigues desenredar sin hacer daño al peque.
Sirven también de acondicionador y como llevan aceites dejan el pelo muy bonito y con una textura hidratada. Es así como consiguen desenredar de forma fluida.
Ambos productos consiguen desenredar bien sin romper el pelo ni dañar las puntas. Para lucir un cabello hermoso tanto nosotras como nuestros peques, que además lo van a gradecer un montón y se dejarán peinar más facilmente. A quién no le ha pasado cuando toca la ducha diaria y te dicen «hoy sin pelo», para no lavarlo y luego pasar por peine.
Ahora con esto podemos tener ya el pelo tan largo como Rapunzel, sin ningún temor. Y a lucir melena.
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